La presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias, Marisol Nóvoa, fue elegida ayer por la asamblea de la Confederación Empresarial de Ourense, CEO, como la persona que capitaneará la institución durante los próximos cuatro años, lo que la convierte en la primera mujer al frente de una confederación empresarial en Galicia.

Su mandato arranca tras un proceso electoral envuelto en polémica que se inició con la proclamación de dos candidaturas pero finalizó con la renuncia, ayer mismo, del equipo liderado por el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios, AJE, Lois Babarro, que denunció irregularidades en la lista de Nóvoa por impago de las cuotas de uno de los vocales.

De este modo, la empresaria fue la única candidata elegible en la asamblea general extraordinaria que se celebró en la sede de Afundación, a las 20.00 horas. Obtuvo 149 votos de los 184 emitidos, con 31 en blanco y 4 nulos, de un censo total de 323 electores. La participación, con el absentismo de 139 empresarios, se redujo, por lo tanto al 57%.

El nuevo equipo de gobierno se completa con cuenta con Alejandro Cruz, Rosa María Sánchez, Beatriz Gómez Valcárcel y César Blanco como vicepresidentes; Juan Manuel Piñeiro, tesorero; David Martínez, contador; y Manuel Carballeda, Eduardo Cid, Benito Iglesias, Enrique García-Boente, María Rodríguez Ferreiro, Vicente Vázquez y Teresa Martínez, como vocales.

Tras pedir disculpas al empresariado ourensano "por la imagen poco edificante que trasladamos estos días", Marisol Nóvoa, se comprometió a dedicar "los mejores esfuerzos para que la CEO ocupe el lugar que se merece y destaque por la unidad del empresariado". La ya presidenta prometió también trabajar "para todos" y esforzarse por "apoyar proyectos e iniciativas que se planteen, independientemente de quien las haga". Asimismo, añadió, "quiero hacer bandera de la búsqueda de la mayor transparencia y eficacia en la gestión". Finalizó con un recuerdo especial para José Manuel Pérez Canal, fallecido el pasado año, y con el que compartió gobierno en la CEO como vicepresidenta durante seis años.

Renuncia de Babarro

Con la elección de Marisol Nóvoa queda cerrado un proceso electoral que daba un giro por la mañana con la comparecencia del candidato Lois Babarro en el salón de actos de la CEO. Arropado por otros miembros de su equipo y afines, el presidente de los jóvenes empresarios ourensanos anunciaba su decisión de abandonar la carrera electoral y pedía disculpas por lo sucedido, acontecimientos que, dijo, "manchan la imagen, no de una u otra candidatura, sino de absolutamente todos".

Esta decisión se producía horas después de que la junta directiva desestimase la impugnación de la lista de Marisol Nóvoa solicitada por Babarro en base a un informe del propio secretario general de la CEO que certificaba que la asociación Adeido, que figura como vocal de dicha candidatura, no estaba al corriente en el pago de las cuotas, condición exigible tanto para ser elector como elegible en un proceso como este. Esta consideración aparece recogida también en el informe de la asesora jurídica de la CEO que el equipo de Babarro incorporó al proceso de impugnación defendiendo que no procedía una votación, sino la simple "constatación del incumplimiento estatuario". La tensión creció y el candidato y algunos de sus afines abandonaron la junta directiva antes de la votación, que se resolvió validando la candidatura de Marisol Nóvoa.

Babarro recordó que los valores de su equipo son "unidad, transparencia, honestidad y pasión", y que su propósito al presentarse a las elecciones era "cambiar las cosas". Sin embargo, ante "la gravedad de lo sucedido" y porque "no estamos dispuestos a hacer más daño a la institución", optaron por hacerse a un lado: "No podemos formar parte de una institución que no representa nuestros valores", censuró.

Si bien su retirada se produce con la idea de "no hacer más ruido", preguntado sobre si esta renuncia implicaría también posibles bajas en la entidad, avanza que son decisiones que se deben tomar "en frío". Tampoco decidirá en caliente si la reclamación por supuestas irregularidades en el proceso de impugnación va más allá.

Tras conocer la renuncia de Babarro, Marisol Nóvoa mostró su respeto por la decisión y aseguró tener "la conciencia muy tranquila". Sostiene que "en ningún momento he faltado a los valores de la institución ni he dañado su imagen, tampoco se me puede achacar falta de transparencia; he intentado la unidad", indicó.