Os Blancos y Punxín tomaron la delantera y ayer se sumaron A Gudiña y A Veiga. Así son cuatro los municipios del rural ourensano que ya ofertan entre sus servicios una Casa do Maior para la atención integral de personas mayores de 60 años en situación de dependencia moderada o severa.

Siguiendo el modelo de las Casas Nido que ofrecen atención y cuidado a niños pequeños en viviendas particulares, esta nueva fórmula financiada también por la Xunta arranca este año como proyecto piloto dirigido a fijar población en el rural, evitar el internamiento prematuro de mayores en residencias y ofrecer una alternativa de cuidados en zonas rurales que carecen o están alejadas de centros especializados. El servicio es gratuito para los usuarios.

En el caso de Ourense, la Xunta aprobó un total de 16 solicitudes que finalmente, y por renuncia de tres promotores, se redujeron a 13. Las de Os Blancos y Punxín ya están en marcha, A Veiga y A Gudiña inauguraron ayer la instalación y el resto entrarán en funcionamiento de forma paulatina durante las próximas semanas, según los datos facilitados por la Consellería de Política Social.

A este ritmo, la primera fase de implantación de esta experiencia se completará con las próximas aperturas de Casas do Maior en Xunqueira de Espadanedo, Xunqueira de Ambía, A Teixeira, Sarreaus, Piñor, Laza, Cenlle y dos en Castrelo de Miño.

Esta nueva red reforzará la atención a los mayores en el rural con un total de 65 plazas, ya que cada casa puede ofertar un máximo de cinco, igual que sucede con las casas cuna. Esta cifra aumentará ya que la consellería planea lanzar una segunda convocatoria en los próximos meses con el objetivo de llegar, al término de este mandato, a las 60 Casas do Maior en toda Galicia, duplicando las aprobadas en la primera.

Las ayudas que ofrece la Xunta son de 15.000 euros por casa para apoyar las inversiones iniciales que requiere el inmueble y 19.600 euros anuales para que el promotor pueda desarrollar la actividad, que tiene carácter gratuito para el usuario. Al profesional a cargo de los mayores se le exige una titulación vinculada con los cuidados asistenciales y sociosanitarios.

Ourense, con 117.629 personas mayores de 60 años y casi 64.000 hogares en los que la persona de referencia se encuentra en este tramo de edad, es la provincia más envejecida de Galicia y la segunda de España tras Zamora. Entre los objetivos de esta experiencia que se ha puesto en marcha en toda Galicia está también el de fijar población impulsando la prestación de estos servicios de atención a los mayores mediante fórmulas de autoempleo y de economía social que, ya en el caso de las casas nido, han demostrado ser eficaces para la dinamización del territorio.

Según recoge la orden que regula las ayudas, con esta estrategia se pretenden "crear oportunidades vitales para retener y atraer población joven al rural gallego y fomentar el reequilibrio territorial, aspectos ambos especialmente importantes en territorios afectados por el declive demográfico, como las áreas rurales de Galicia, concretamente las de interior, donde la fijación de la población se presenta como una cuestión prioritaria y las oportunidades laborales como un pilar de desarrollo".