El Parque Tecnológico de Galicia y el Consello Social de la Universidad de Vigo se han aliado para fomentar las vocaciones científicas. El primer reto se hizo realidad ayer con el lanzamiento a la estratosfera de una sonda meteorológica programada para recoger datos e imágenes de la Tierra. Los encargados de liberar el globo fueron estudiantes de Ourense, de entre 12 y 18 años, alumnos de las Aulas Tecnópole, que ayer cerraron el curso con esta actividad.

A ellos corresponde rastrear y monitorizar el dispositivo, que se elevó a una altitud de entre 28.000 y 30.000 metros, desde donde cayó nuevamente a la superficie. El punto previsto de caída, y hacia donde se dirigía a última hora de la tarde el equipo docente que dirige el proyecto, es Laza. Las imágenes y datos recogidos por la sonda serán subidos a una página web y sobre ellos trabajarán los alumnos a la vuelta del verano.

El profesor de las Aulas Tecnópole, David Ballesteros, calificó ayer de "lujo" poder incorporar un socio como la Universidad de Vigo al trabajo de divulgación científica que desarrolla la Tecnópole y confió en la continuidad de la iniciativa.

El lanzamiento, que tuvo lugar en la explanada del edificio central de la Tecnópole pasadas las 18.00 horas, contó con la asistencia del presidente del Consello Social de la UVigo, Ernesto Pedrosa; el director gerente del Parque Tecnológico, Ricardo Capilla, y la directora de la Axencia Galega de Innovación, Patricia Argerey.

El objetivo de esta alianza es promocionar la ciencia aprovechando las sinergias entre ambas instituciones. Por un lado, la Tecnópole lleva a cabo desde sus inicios una labor intensiva en este campo y una prueba es la feria Galiciencia, que se ha convertido en una referencia dentro y fuera de Galicia. Por su parte, una de las prioridades del Consello Social de la UVigo es conectar con los futuros universitarios y fomentar las vocaciones científico-tecnológicas entre los alumnos más jóvenes. En esta línea, Ernesto Pedrosa calificó la alianza de "excelente oportunidad" para formar a "jóvenes excelentes".

Los alumnos fueron los encargados de explicar a los representantes institucionales el proyecto antes del lanzamiento del globo equipado a la estratosfera. Tal y como detalló Ballesteros, se trata de un globo de helio de dos metros de diámetro que vacío pesa unos 800 gramos. Debajo lleva un paracaídas, dos cámaras de vídeo, un dispositivo de recogida de datos y sistemas de seguimiento por GPS. Los cálculos realizados por el grupo prevén que el globo alcanzará una altitud de entre 28 y 30 kilómetros donde, "al haber menos presión, explotará y caerá lentamente". La posible trayectoria, en base a los parámetros analizados por el equipo, sitúa la caída en Laza.

La estratosfera es la capa de la atmósfera que se extiende entre los 10 y 50 kilómetros desde la corteza terrestre, y se considera que está al borde del espacio exterior. El globo liberado por los estudiantes alcanzó la altitud calculada en un tiempo estimado de dos horas y durante el proceso realizó las funciones de una sonda meteorológica.

Su trayectoria fue seguida mediante radiofrecuencia y, a través de los sensores y cámaras instalados en la caja fue recogiendo imágenes y datos de temperatura, presión y otros parámetros. De nuevo en la superficie terrestre, la misión del equipo es recogerlo para extraer toda la información.