En todo caso y pese a la rigurosidad con la que se trabaja, fue una anécdota, la huella de un perro del año 300 que quedó plasmada en una tégula, la que una vez colgada en las redes sociales, se hizo viral. Los autores de las redes sociales que difunden Santomé para el mundo lo cuentan con gracia, "la primera mascota" conocida de un habitante de la ciudad. Descubrimos que en #Santomé a vida cotiá contaba con animais domésticos, alomenos cans ou cadelas. Temos a primeira pegada canina nunha tégula, o normal si se puñan a secar no chan, xusto por onde pasaría un deses animais tan importantes na vida de moit@s e compañeiro do ser humán dende sempre, cazador, defensor diante de asaltos ou fonte de calor, según explicou Plinio.Xa temos mascota!!". Esa huella hoy ilustra la primera página de Faro, ha abierto todo un reguero viral de curiosidad que desde el total desconocimiento de la arqueología, están empezando a interesarse ahora por ella a través de Santomé y de todo lo que cuenta de la historia pasada de Ourense.