Como todos los años, y ya van diez, la agrupación de vecinos del rural y la periferia del Concello de Ourense "Miño" celebró su encuentro de "convivencia vecinal", al que asistieron unas seiscientas personas, y en el que de nuevo se puso de manifiesto el carácter reivindicativo en voz de su presidenta Lorinda Fernández con una proclama directa: "el rural también existe".

Un mensaje sustentado con sólidos argumentos, todos ellos avalados por las reiteradas demandas que vienen realizando y por las que siguen esperando, como advierte la presidenta de la agrupación vecinal, además de señalar que le sobran los motivos para reclamar que se lleven a cabo actuaciones para dar respuesta a las carencias que tienen muchos núcleos del rural y la periferia, sobre todo en lo que se refiere a servicios básicos, que son la principal preocupación de los vecinos.

Así, Lorinda Fernández puso especial énfasis en una cuestión que considera de vital importancia para el rural, como es la futura aprobación del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que después de consumidos los cuatro años de mandato sigue a la espera.

Plan de Urbanismo

La reivindicación no es otra que muchas de las viviendas "queden dentro de la ordenación urbanística", así como otro tipo de medidas que permitan "mantener vivo el rural", además de facilitar nuevas construcciones.

Pero no es la única cuestión en la que insiste la presidenta de la agrupación vecinal, que de nuevo aludía ayer a la situación del servicio de Limpieza y Recogida que llevó consigo que presentasen una demanda contra el Concello, en relación a lo que considera un "claro incumplimiento" del pliego de condiciones técnicas por parte de la empresa concesionaria, Ecourense. "Muchos núcleos están abandonados; ese servicio siempre fue deficiente y el Concello lo sabe", sentencia Fernández.

Esa larga lista reivindicativa, que asegura se produce todos los años, también incluye todo lo relacionada con la mejora de las infraestructuras en la periferia y el rural del municipio, advirtiendo que "no queremos ser vecinos de tercera, pues al igual que los del centro pagamos nuestros impuestos", y como presidenta que es de la asociación vecinal de Rabo de Galo, Lorinda Fernández, remacha que "no existen buenos accesos", al igual que las deficiencias denunciadas en cuanto al alcantarillado.

En esa misma línea, hace referencia a la necesidad de mejorar las comunicaciones, en alusión directa al transporte urbano, un servicio municipal que lleva casi cinco años prestando en precario la concesionaria al haber caducado el anterior contrato, situación que afecta directamente a los vecinos que residen en zonas alejadas de la ciudad. Una cuestión que esperan se solucione en breve con modificaciones que faciliten la movilidad de todas esas personas.

Y caminando hacia la etapa estival, lo que preocupa a la agrupación Miño es todo lo relacionado con los desbroces y la limpieza de caminos, con la mente puesta en lo que pasó en años anteriores con los incendios forestales en varias zonas del rural, en las que los vecinos sufrieron las consecuencias y vieron en riesgo sus propiedades. De ahí que hace un llamamiento para que se acometan los trabajos necesarios y que la maleza no se apodere de muchos accesos a zonas del rural.

Pero todas estas cuestiones y otras más "fueron puestas en conocimiento del Concello", recalca Fernández, lamentando que "sigamos esperando respuesta".