El PP cerró la campaña electoral del 26M en Ourense con la presencia del expresidente del Gobierno y presidente de honor del PP, Mariano Rajoy, que paseó por el centro de la capital acompañando a la candidatura liderada por el actual alcalde, Jesús Vázquez. Después se desplazó a Celanova y Xinzo de Limia, donde participó, junto al presidente del PP provincial, José Manuel Baltar, en sendos mítines en los que inyectó entusiasmo: "No somos unos aficionados, ni una pandilla de amigos que se reúnen para hacer una candidatura, el PP nació con la democracia y somos un partido de gobierno", apuntó en Celanova, en un auditorio municipal abarrotado.

Agradeció a la militancia la lealtad al PP, "que hace falta en estos momentos", y tras explicar que "solía cerrar campañas en Madrid", señaló que tras 40 años en política ha aprendido "que las campañas se cierran en los sitios importantes". Abandonar la política activa no significa, aclaró, "que no me importe lo que pasa en mi país, que sí me importa, ni en mi partido, al he dedicado prácticamente toda mi vida", recordando que en 1977 ya pegaba carteles.

Tras poner en valor la capacidad de gestión de esta formación, "que ha sabido gobernar en momentos muy difíciles", animó a sentir "orgullo" por las siglas: "Al PP le pude votar todo el mundo, no somos doctrinarios, somos un partido abierto, moderado y de centro". Convencido de que el domingo volverán a ganar las elecciones en Ourense y que Baltar seguirá al frente de la Diputación, anunció que volverá para celebrarlo.

Rajoy protagonizó así el cierre de campaña en Ourense, con una visita previa a la ciudad que no pasó desapercibida. Decenas de ciudadanos se acercaron para saludarle y fotografiarse con él, de forma que el paseo previsto de unos 900 metros se prolongó durante una hora. Arrancó en la plaza de Bispo Cesáreo a las 18.30 horas, donde fue recibido por José Manuel Baltar y Jesús Vázquez. En cuanto se bajó del coche se llevó la mano a la garganta para informar de una afonía repentina que apenas le permitía susurrar. Eludió las preguntas de los periodistas, y sólo se detuvo para valorar si la suspensión de los diputados independentistas presos llega con retraso: "Lo importante es que llegó", dijo.

Allí mismo lo esperaban otros cargos públicos y orgánicos del partido, militantes y candidatos. Por separado, en grupo, con su pareja, la amiga, el hijo... Todos inmortalizaron el momento con su móvil y se hicieron 'selfies' con su "presidente" o "el presi", como también le llamaron, antes de que la comitiva empezase a caminar hacia la Praza Maior, donde protagonizó otra foto, esta de familia, a la que se sumó toda la candidatura de Jesús Vázquez.

La ruta continuó por el casco histórico hacia Santo Domingo con numerosas paradas con fotos, abrazos y saludos, hasta la Subdelegación del Gobierno, donde le esperaba el coche para continuar con la agenda.

La participación de Rajoy en la última jornada de la campaña electoral elevó todavía más el entusiasmo con el que los populares afrontan las horas previas a la cita con las urnas. Tras los resultados de las elecciones generales, en las que el PP se mantuvo como primera fuerza política pero muy por debajo de sus cifras habituales, Baltar se ha propuesto lograr una remontada histórica. Su objetivo es rozar el 50% de los votos, superar las 71 alcaldías y, por lo tanto, conservar la mayoría absoluta en la Diputación. Rajoy le dijo en Celanova que no duda de que lo conseguirá: "Habéis ganado siempre y tenéis los mejores candidatos".