Florentino Delgado Ayuso se va de Ourense tras 15 años ejerciendo como fiscal jefe provincial. Ayer se despidió de sus compañeros fiscales y de las funcionarias en una comida. Tiene un nuevo destino en Madrid y un plazo de 20 días para tomar posesión tras su cese. El cambio de plaza no garantiza necesariamente que se revoque la suspensión provisional -que ha recurrido- por la polémica de su piso, costeado durante 12 años por la Xunta, contra la que se querelló dos años después de que la administración dejara de asumir la renta, por un presunto acoso inmobiliario a una nonagenaria. "No es la situación en la que me hubiese gustado despedirme, por las formas", expresa Delgado, que cuenta con otro expediente disciplinario abierto por la fiscal general del Estado en relación a los abogados de Áurea Soto y el caso urbanístico del 10%. Pese al "sabor agridulce" del adiós, el que ha sido responsable del ministerio público en Ourense desde 2004 asegura que se va "con la conciencia tranquila de manera absoluta".

Delgado era el cargo judicial más antiguo de Galicia. "He intentado dejar una impronta de una Fiscalía con cabeza y corazón, que vea más allá de los papeles. Cuando tratas intereses como la vida, el honor, la libertad y el patrimonio de las personas, de nada nos sirve ser muy técnicos si no vemos más allá de los papeles. Ha sido mi deseo siempre en mi actividad profesional", defiende.

"He sido feliz en Ourense"

Natural de Burgos, Florentino Delgado llegó a la ciudad de As Burgas en 2004 desde su anterior destino de fiscal de Menores en Ciudad Real. Con el tiempo transcurrido se declara "ourensano. Mis hijas se han criado aquí. Damos muchas vueltas a lo largo de nuestra trayectoria profesional pero yo sé que me llevaré al otro mundo mi carácter ourensano, bien metido dentro". Según sus palabras a los periodistas antes de la comida de despedida con sus compañeros, "yo he sido feliz en Ourense, personal y profesionalmente, y cuando uno es feliz en un sitio se va con pena. Decís aquí que se viene llorando y se va llorando, y es cierto".

Decir adiós "siempre tiene una carga sentimental grande cuando el sitio que dejas te ha hecho feliz. Cuando uno tiene la felicidad, que es como el agua entre las manos, aunque sea solo por esos instantes, uno tiene que reconocer que el sitio, la gente, el paisaje y el paisanaje lo han hecho feliz".

Ese sentimiento se plasmó después en el restaurante. Los compañeros entregaron regalos, hubo discursos de agradecimiento y de cariño. Hubo emoción. Delgado mencionó uno a uno a sus compañeros durante la comida. Antes atendió a los periodistas y puso por las nubes a la plantilla de funcionarias y al resto de fiscales. "He tenido la suerte de contar con un equipo de primera categoría, implicado, con responsabilidad y profesionalidad. Esa impronta tiene que ver con lo que es la Fiscalía y lo que hemos hecho de la Fiscalía. Son 15 años y han pasado muchas cosas, casi todas buenas. Hemos invertido mucho tiempo y trabajo, mis compañeros, mis funcionarios y yo mismo, y lo digo no como sentido posesorio, sino porque creo que somos parte de lo mismo".

"Nos hemos implicado y esa implicación se ha demostrado. En 15 años hemos creado un servicio de medio ambiente que es referente. Hemos sufrido con los incendios, hemos padecido con la gente que ha visto cómo nuestro patrimonio se nos va entre las manos y vuela con el humo. Hemos creado un servicio de delincuencia informática relevante y puntero. Los servicios de menores han tenido un auge importante. Los servicios de seguridad vial, siniestralidad laboral, el cuidado de nuestra gente más débil, los chicos y la gente mayor, creo que esa es la implicación de la Fiscalía, y eso hemos hecho durante estos 15 años", abundó el fiscal.

"El objetivo es servir a nuestra gente y conciudadanos. Creo que con aciertos y errores se ha intentado. Mi labor ha sido muy fácil porque contando con profesionales de la talla de la que deja de ser mi Fiscalía era muy fácil. Si a eso unes mi pasión por mi profesión, las cosas son fáciles y tienen que ver con la felicidad de la que yo hablaba".

Los expedientes disciplinarios y la suspensión provisional precipitaron el adiós de Ourense de Florentino Delgado. "El sabor agridulce un poco queda con las formas en las que han sucedido los últimos acontecimientos, que han tenido un coincidente cronológico muy evidente, y que se puede valorar, pero yo no voy a entrar", respondía ayer.

"Uno tiene que poner su palmarés y decir aquí está lo que se ha hecho, y yo lo he hecho con conciencia de hacerlo bien, con innegables errores y deficiencias y faltas, pero que siempre he intentado detectar escuchando a mi gente y haciendo examen propio". Preguntado por si le gustaría que su relevo salga de la plantilla actual, el exfiscal jefe no se moja. Dejó un último recado en su despedida. "Alguien tiene que ser jefe y para eso alguien ha tenido que salir. Quien nombra al jefe y saca al jefe es la misma moneda con dos caras".