Son algo más de 3,5 millones de euros los que no podrán utilizarse para tres proyectos de inversión, que forman parte del convenio que en su momento firmaron el Concello y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Se trata de actuaciones prioritarias que siguen a la espera de su licitación, después de que hace algo más de dos años se rubricasen unos protocolos que derivaron en el convenio de colaboración.

Afectan al saneamiento de aguas residuales en el núcleo de Velle, con entorno a 1.000 habitantes, que desde hace más de 13 años vierten directamente al río Miño. Un proyecto, que como se contempla en el convenio firmado en octubre de 2017 por el alcalde, Jesús Vázquez, y el expresidente de la CHMS, Francisco Marín, cuenta con una inversión de 3 millones de euros, que asumen al 50% ambas administraciones, y que tiene como principal objetivo dar respuesta a uno de los focos de contaminación ambiental que existe en la periferia de la ciudad.

La otra actuación, objeto en su momento de un convenio, es el acondicionamiento de la denominada senda fluvial que discurre entre la zona termal de Outariz y el denominado Regato do Val, en untes, donde se encuentra el camping, pendiente de que se liciten las obras de rehabilitación del mismo. La inversión prevista es de 500.000 euros, y al igual que el anterior convenio, asumen al 505 Concello y la confederación Hidrográfica el Miño-Sil.

El tercero de los proyectos, considerado de "obra menor", en lo que se refiere a su cuantía económica, es la instalación de un tamiz automático que evitará la presencia de sólidos flotantes que originan episodios de contaminación en el aliviadero que se encuentra en la zona de Ponte Lebrona. Una actuación que supondrá un coste de 85.000 euros, y cuya financiación asume en su totalidad el organismo de cuenca.

Así las cosas, y con el mandato finiquitado, la activación de los convenios corresponderá a la nueva corporación municipal después de las elecciones municipales del próximo domingo 26 de mayo, que deberá ratificar el convenio firmado hace dos años y cumplimentar toda la tramitación para la viabilidad del mismo.

Sobre las causas del bloqueo de los convenio y, con ello, las inversiones que se tenían previsto realizar, la justificación dada por parte del gobierno popular se centra en el proceso de expropiación de los terrenos, que entiende debe llevar a cabo la CHMS.

Una apreciación con la que no está de acuerdo el organismo de cuenca, y así se lo trasladó al Concello a finales de octubre de 2018. Y explicar que los convenio estaban pendientes de la tramitación municipal, en concreto de la fiscalización, así como de la aprobación por parte del pleno. Y advertir que el procedimiento expropiatorio al que alude el gobierno popular es posterior a la firma de los mencionados convenios.

Además de hacer referencia a las "obligaciones" de ambas administraciones que se plasman en los convenio, tanto en lo que se refiere a la financiación de las actuaciones como para la entrega posterior de las obras realizadas, en este caso el saneamiento en el núcleo de Velle, y el acondicionamiento de la senda peatonal en la ribera del Miño.