María Fernanda Gómez, una argentina de Buenos Aires, saboreó la gastronomía y la cultura de Galicia hace 30 años, en un viaje tan inolvidable que se ha lanzado a repetirlo. El pasado fin de semana, por primera vez en Ourense, siguió la rutina que acostumbra cuando hace turismo. "Siempre que llego a una ciudad voy a la plaza mayor y a la catedral de ese lugar, es el rito que hay que hacer, más aún en un país católico. No la conocía y me ha parecido preciosa", dijo, asombrada especialmente por la capilla del Santo Cristo. Ella pagó 5 euros por poder entrar a la Iglesia de San Martiño, templo tardorrománico, edificado entre los siglos XII y XIII. Grupos y visitas guiadas abonaron 3, unas de las modalidades de precio reducido. A los mayores de 65 años se les cobra 4,5 euros, a los peregrinos 3,50, a los adolescentes de 13 a 18 años y a los universitarios de hasta 25 años, 3, y a los escolares de 1º y 2º de ESO, 2 euros . Desde el 9 de mayo de 2016 -la semana pasada se cumplieron 3 años-, todos los residentes de fuera de la Diócesis pagan por acceder, salvo que acudan a una misa, aunque los horarios no suelen coincidir. En estos tres años de pago, cerca de 91.200 visitas.

"De non telo feito daquela teriamos que facelo agora, porque non hai forma de poder ter aberta a Catedral sen a axuda dos ingresos do turismo", asegura el déan, José Pérez. El control de las vistas, además, evita que el templo sea, como antaño, un pasadizo entre calles del casco histórico. "É un labor de orden e silencio. Hai anos había xente que entraba sen valorar onde estaba, senón para descansar, aproveitar o fresco no verán ou a calefacción no inverno". Incluso a dormir.

Según datos de Artisplendore, la empresa que gestiona las visitas, con experiencia en otras ciudades, en 2016 hubo 20.543 personas en los siete primeros meses con la medida en vigor, fueron 31.574 en 2017 y 30.754 el año pasado. Desde principios de 2019 y hasta el pasado 30 de abril -cuatro meses de temporada baja, con la excepción de los días de Semana Santa-, se registraron 8.312 entradas. El total de visitas en estos 3 años -salvo los primeros 9 días de mayo- fue de 91.183. Funcionan todo el año, de lunes a domingo.

Los principales países de procedencia de los viajeros son España, Portugal, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Holanda, con un repunte de los turistas foráneos. El sábado pasado eran mayoría los visitantes de otras comunidades del país, la gran mayoría en grupo. Un grupo de veinte excursionistas de León optaron por la audioguía, que está incluida con la entrada, disponible en gallego, portugués, inglés, francés y alemán. El precio incluye el acceso al museo diocesano y a las capillas, como la del Santo Cristo, uno de los grandes símbolos de Ourense, y la restaurada de San Juan Bautista, la que fue primera parroquia de Santa Eufemia. Otras riquezas del monumento son el retablo de la Capilla Mayor -del maestro Cornelis de Holanda, siglo XVI-, el Pórtico del Paraíso, la visita interior del cimborrio -uno de los pocos conservados en España-, el Cristo de los Desamparados, así como los retablos de Mateo de Prado del deambulatorio: la Ascensión de la Virgen o Reina de los Ángeles, y la Conversión de San Pablo.

Ramón, asturiano, y Marta y Darío, una pareja de León, conocieron la Catedral en detalle de la mano de una guía. El precio de su entrada fue de 3 euros. "El Pórtico del Paraíso es lo más bonito, está muy bien conservado. Hay que mantenerla y no nos parece mal mientras sea un precio bajo", opinan los leoneses. "Mientras sea un precio como este, está bien", dice Ramón, que ya conocía el templo de antemano, antes de visitar Ourense. La policromía restaurada del pórtico y el retablo principal son los elementos del templo que más le han gustado.

"El pórtico me pareció fabuloso y me llamó la atención el Cristo. Toda la estructura me gustó", señala la turista argentina, que 30 años después vino en pareja. "No nos molestar pagar 5 euros". De Valladolid llegaron el sábado a Ourense 22 viajeros que aprovecharon la jornada para conocer Ribadavia por la tarde. "Cuando ves la Catedral por fuera parece que va a ser pequeña, pero luego es muy grande. El Cristo con pelo es lo que más llama la atención. En todos los sitios te cobran, ya estamos acostumbrados", dijo Esther, del grupo.

"Es una entrada simbólica. Para mantener esto es necesario cobrar y aportar de alguna forma", opina Andrés, en su primera visita en Ourense. "Me han sorprendido la Catedral y las termas, con la gente bañándose en plena calle. El Cristo y alguna capilla me recuerdan mucho a las iglesias de Granada".

Solo en los 13 primeros meses con la medida de cobro a los turistas, los ingresos para la Catedral superaron los 106.500 euros. Parte se dedica al contrato con la empresa y el pago de los seglares. "Os arranxos que estamos facendo na Catedral son o fruto do turismo. Instalamos unha iluminación nova en todas as capillas e no museo. Fixemos unha sacristía nova. Todos os ingresos invírtinse na Catedral para os turistas e para todos os ourensáns", asegura el deán.

La Diócesis de Ourense quiere ampliar el recorrido. Desde hace semanas hay una experiencia piloto de visitas guiadas a la torre de las campanas en grupos reducidos. "Non quedará aí, o futuro será bonito", afirma el religioso. "Queremos que a Xunta nos restaure o cimborrio canto antes. Hai filtracións e musgo, cómpre restaurar todo iso, e é preciso asegurar as dúas balconadas. A idea é que se poidan visitar as cubertas e o cimborrio, ademais temos unhas escaleiras de caracol fermosas, pero antes é preciso ter garantida a seguridade". El déan critica: "A Catedral é unha xoia, un ben do que estar contentos. Non é de recibo que, por exemplo, estea rodeada de contenedores".