Es la cita que pone fin a la novena de la Virgen de Fátima en la parroquia ourensana de O Couto, y la más participativa después de la multitudinaria procesión de las antorchas o los transistores que se celebra esta noche -a partir de las 22.45 horas- por las calles de Ourense. La llamada ofrenda de las madres volvió a reunir ayer, como cada año, a una multitud de mujeres de distintos municipios que honran y agradecen a la virgen, portando una flor por cada uno de sus hijos. El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, presidió la eucaristía. La iglesia de O Couto se convirtió en un manto floral. El santuario se llenó de mujeres que elevaron sus flores al aire entre cánticos y plegarias.

El día grande llega hoy, con la procesión a la que asisten cada año decenas de miles de personas, una celebración que se prolonga hasta la madrugada. La comitiva partirá a las 22.45 del santuario de Nuestra Señora de Fátima en O Couto y los participantes discurrirán luego siguiendo la imagen mariana, por Ervedelo, Progreso, calle Cruz Roja, Lamas Carvajal y Plaza de Santa Eufemia hasta la Catedral, donde se celebrará la misa. Una vez finalizada, cerca de la 1 de la madrugada, parte de la comitiva regrese con la imagen mariana de nuevo a la parroquia de O Couto.