Los proyectos que desarrollan los equipos científicos en los centros escolares tienen muy en cuenta su entorno más cercano a la hora de poner en funcionamiento su ingenio y suelen buscar soluciones a problemas reales que les afectan.
En el colegio internacional SEK-Atlántico, de Poio, Nuno Sinde y Pedro Fernández ven necesario poner freno a la invasión de la avispa velutina y su propuesta para paliar sus efectos huye del uso de insecticidas y agentes químicos, apostando por la lucha biológica.
El trabajo se centró en buscar un agente natural con el que controlar esta plaga que ha puesto en peligro a la abeja doméstica en todo el noroeste peninsular. Para ello, los alumnos testaron el Cordyceps militaris, un hongo silvestre medicinal que ataca a los insectos y que, explican, "podría inocularse en los nidos de las avispas y reducir su población".