Los 5 hombres y las 4 mujeres que conforman el jurado popular del presunto crimen de 'A Esmorga' están incomunicados, sin móviles ni contacto permitido con el exterior, desde que empezaron a deliberar a las 11.30 horas de ayer, tras recibir las instrucciones de la magistrada presidenta, Ángeles Lamas. Camino de las 24 horas de estudio y tras una noche de hotel custodiados por la Policía Nacional, los miembros del tribunal ciudadano estudian las distintas posibilidades para resolver el caso. El jurado debe decidir entre cuatro hipótesis: un asesinato mediante plan y ejecución conjuntas de Óscar E. L. y Eduardo L F., homicidio con la implicación de ambos, un homicidio cometido solo por Óscar, o bien un accidente, que es la teoría principal por la que abogan las defensas.

El objeto del veredicto

La magistrada consensuó con las partes el contenido del denominado objeto del veredicto. Es el documento que resume las posturas de cada parte y todas las opciones sostenidas durante el juicio, que se prolongó durante nueve sesiones.

El jurado deberá declarar si cada punto queda o no probado, diferenciando entre los que son contrarios a los acusados y los que resultan favorables. El objeto del veredicto refleja las distintas posturas de las partes acerca la muerte de Alexandru Walter Boghiu en el canal de O Viñao (Boborás) en diciembre de 2014: asesinato, homicidio o un accidente fatal. Y también si en la muerte del joven tuvieron que ver ambos o uno solo de los encausados.

Tras un acuerdo entre las partes sobre el contenido del objeto del veredicto se celebró una audiencia pública en la que la magistrada explicó al jurado el siguiente paso. Decidió que los dos suplentes -un hombre y una mujer- no participen en las deliberaciones. Con todo, deben permanecer en el edificio judicial hasta que sus compañeros no logren un veredicto. Las sesiones se prolongan hasta las 20.30 horas como hora límite y ayer se agotó la primera, tras unas ocho horas de trabajo de los jurados.

Evitar "contaminaciones"

Si transcurridas 48 horas siguen sin alcanzar un acuerdo se celebraría una nueva vistilla como la de ayer. No hay precedentes de que haya tardado tanto, según la letrada de la administración de justicia. Les retiraron los teléfonos móviles, que no recuperarán hasta la lectura del veredicto, y la Xunta se encargó de facilitarles un catering para que coman en el edificio. "Ustedes son los que tienen la responsabilidad. Se trata de evitar contaminaciones externas", explicó la juez.

Si necesitan comunicarse con la letrada del tribunal o las agentes judiciales, por alguna duda, pueden hacer uso de un teléfono interno. Porque el lugar destinado para estudiar el caso y perfilar el dictamen de culpabilidad o no culpabilidad es una sala a puerta cerrada. La votación de cada punto es en voz alta y por orden alfabético, votando en último lugar el portavoz. No pueden abstenerse. Se requieren al menos 7 votos para dictar un veredicto de culpabilidad, mientras que para declarar no culpable bastan 5. El fallo se comunica en un acto público con lectura del portavoz.

Culpabilizar, solo "sin dudas"

La magistrada explicó a los jurados qué significa uno de los principios primordiales del derecho penal: el in dubio pro reo. "Solo se puede condenar cuando no existen dudas sobre la culpabilidad. Si las hay, hay que absolver. Pero si existe una convicción, no entra en juego el principio in dubio pro reo", explicó la jueza Ángeles Lamas.

Era la décima sesión para los jurados desde el inicio del juicio. La presidenta destacó ayer la implicación de los miembros del tribunal ciudadano y su compromiso con la administración de justicia. Agradeció su "buena disposición, su aguante en sesiones que han sido extensas así como que hayan mantenido la compostura, lo que supone una garantía de imparcialidad para todas las partes y los propios acusados".