La importante tromba de agua caída ayer por la mañana ha recortado las ventas del Día del Libro en un 30%, según la presidenta de la Federación de Libreros de Galicia, Pilar Rodríguez. Sobre las doce de la mañana, "quedó la calle vacía, por la intensidad de la lluvia y bajas temperaturas". Pero no ha producido daños, en los once puestos colocados en la rúa do Paseo por los libreros, que vieron como poco a poco se fue recuperando la normalidad y la afluencia de gente. Y también ha contribuido a mejorar un poco el resultado, el incremento de visitas de clientes a las propias librerías, para buscar las últimas novedades y clásicos, con el 10% de descuento que aplica el sector durante esta jornada, destaca el presidente de la Asociación de Libreros de Ourense, José Manuel García Mosquera.

Los títulos más vendidos fueron El último barco (en castellano y en gallego) de Domingo Villar, El legado de la villa de las telas, Las hijas del capitán de María Dueñas, Bajamar de Alberto Vázquez Figueroa y El libro de Gila. La proporción de ventas se encuentra en un 20 a 1, para libros en castellano y en gallego, respectivamente, según Pilar Rodríguez.

Como noticia positiva, Pilar Rodríguez confirma que en los dos últimos años no ha cerrado ninguna librería en Ourense. Lo que más está tirando del carro es la literatura infantil, porque "muchos padres le están comprando libros a los niños, para que se inicien en el hábito de la lectura". El resto, "se encuentra más estancado".

García Mosquera destaca que se ha incrementado mucho la afluencia de gente a las librerías en estas fechas. Desde hace cinco o seis años, "el Día del Libro está cogiendo mucho auge. Hay gente que va a la rúa do Paseo, donde se encuentran los puestos, pero otra acude directamente a la librería, donde se aplica el mismo descuento del 10%. Yo noto en mi librería, y otros compañeros también lo dicen, que el día 23 de abril hay gente que no falla: va al establecimiento. Van a mirar las últimas novedades, los libros que cuentan con mayor demanda, y cumplen con el ritual de comprar un ejemplar -con el 10% de descuento - de la misma forma que se compra turrón para Navidades".

El presidente de los libreros ourensanos considera que estos eventos "ayudan a dinamizar el mundo del libro, para que la gente no pierda el hábito de la lectura". Después del gran parón de la crisis, la venta de libros se ha empezado a recuperar hace un par de años. "Ahora sí que se nota cierta alegría. La gente no compra como hace años. En estos momentos, la gente medita más la compra; pero eso ahora pasa con los libros, con la ropa y con los coches".

La próxima cita con los libreros será el 17 de mayo, Día das Letras Galegas, en el que los libreros sacarán de nuevo sus fondos a la calle con un descuento del 10%.