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El histórico "desplante" de la Iglesia a los políticos cierra los actos de Semana Santa

La procesión de Santa María Nai recreó un rito de hace más de 100 años, cuando el entonces obispo no dejó pasar a la capilla a la corporación por no pagar las escaleras

La corporación queda a los pies de la escalinata de Santa María Nai, mientras obispo y cabildo acompañan a la Virgen. // Carlos Peteiro

El cabildo catedralicio, encabezado por el obispo de la diócesis Leonardo Lemos, participó ayer en la última cita del programa sacro de la Semana Santa en la ciudad, la Procesión de Santa María Nai, que con los años se ha dado en llamar anecdóticamente como "procesión del desplante", pues tras la misa y regreso de la imagen de Santa María Nai a su templo, el cabildo saludó desde la escalinata de la iglesia mariana, repitiendo un rito centenario, a la corporación local y a su alcalde, que al igual que hace cien años, tuvo que quedarse en la Plaza Mayor por el supuesto impago que hizo en aquellos tiempos pretéritos el Concello, de unas obras de las escalinatas del mencionado templo.

"La relación entre Iglesia y Concello es magnífica", explicó una vez más el obispo, que asegura, al igual que otros miembros del cabildo que "esto es solo una anécdota histórica".

Pero el rito se produjo una vez más y en él se recrea ese suceso que data de la Semana Santa de hace más de 100 años, cuando el cabildo catedralicio de aquel entonces, en protesta por la negativa de la corporación municipal de la época a correr con su parte de los gastos del arreglo de la escalinata de acceso a la iglesia de Santa María Nai, impidió al alcalde y ediles acompañar la imagen mariana hasta su santuario tras la misa.

Sin embargo el significado religioso es bien distinto. La procesión con la imagen de Santa María Nai hasta la Catedral, se produce cada año, en lo que los fieles llaman "Procesión del Encuentro" , una de las más antiguas del calendario cristiano, pues se encuentra con la imagen de su hijo Jesucristo resucitado, cada Domingo de Pascua o Resurrección. Tras la procesión, la imagen mariana vuelve a su emplazamiento habitual en esa comitiva que presidían ayer el alcalde Jesús Vázquez y otros ediles de la corporación local.

Al llegar a la escalinata, la comitiva religiosa siguió la imagen mariana hasta la iglesia, y el cabildo "dio la espalda" a la corporación, que se quedó en el primer escalón.

En el supuesto de que ese "desplante" fuera veraz, ha durado más años que sus protagonistas, y de hecho ayer representantes eclesiásticos y políticos se despidieron con una cómplice sonrisa.

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