Prisión provisional, comunicada y sin fianza. La magistrada del Juzgado de Instrucción 7 de Vigo, en funciones de guardia y a petición del Ministerio Fiscal, envió ayer de forma preventiva al centro penitenciario de A Lama al sexagenario vigués José P.D. a quien se atribuye un presunto delito de homicidio en grado de tentativa y otro de malos tratos por el brutal ataque a su pareja la madrugada del martes.

Tras su captura en la estación del ferrocarril de Ourense veinticuatro horas después de su huida, se ha levantado también la protección policial a la víctima que sigue ingresada en la UCI del hospital Álvaro Cunqueiro muy grave por varias heridas por traumatismo en la cabeza, causadas con un objeto contundente, posiblemente un palo o una varilla de metal. Las medidas de seguridad para la mujer en el centro hospitalario se adoptaron cuando José P.D., considerado un delincuente violento y peligroso, se fugó tras la agresión.

A primeras horas de la mañana de ayer, escoltado por varios agentes y en un furgón policial, el detenido llegó a los juzgados de Vigo tras haber pasado a disposición judicial el día anterior en Ourense y dormir en los calabozos. No era la primera vez que José P.D. se veía ante un juez. En su haber cuenta con 18 detenciones anteriores por distintos hechos delictivos, varios de ellos violentos por los que cumplió condena. Si bien la víctima nunca le había denunciado por malos tratos, según fuentes policiales, si lo habrían hecho al menos otras dos parejas anteriores. El caso pasará al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo.

Visiblemente cansado y aparentando más edad de la que tiene, José P.D., de 61 años, compareció ante la jueza y la fiscala de guardia apenas media hora. Poco antes se había entrevistado en los calabozos de los juzgados con su abogada, que estuvo presente durante su comparecencia judicial.

Una vez que la Fiscalía solicitó su ingreso en prisión preventiva sin posibilidad de fianza y se firmó el auto de ingreso en A Lama, José P.D. fue trasladado en un furgón de la Guardia Civil al centro penitenciario donde ya ha estado en varias ocasiones.

Mientras, la víctima lucha por su vida en el hospital. La mujer, de 40 años y madre de dos hijos, llegó a Ribadeo desde Angola con apenas 18 años, tras casarse en la embajada de España en su país con un gallego al que había conocido varios años atrás y que trabajaba en una empresa de barcos congeladores en la zona. Tras una hija y 18 años de vida en común, el matrimonio se divorció. En ese momento la mujer se trasladó a Vigo.

Un menor, testigo

En la ciudad olívica residía con su hijo de 11 años, de otra pareja, en la vivienda de la calle Numancia donde recibió una paliza que casi le cuesta la vida. El niño fue testigo del suceso y facilitó datos para identificar al agresor: el sexagenario que no convivía a diario con ellos y que huyó cuando el pequeño le gritó que dejara de golpearla.

El exmarido de la víctima y padre de su hija, que pretenden visitarla en el hospital, asegura que "no es mala", si bien conoce poco de su vida actual aunque mantienen contacto por teléfono. "Todavía la tengo en mi seguro, el matrimonio acabó pero no se merece lo que le pasó", añade.