La avería de un autobús del transporte urbano, en esta ocasión en la céntrica parada de la Alameda, justo enfrente de la entrada de la actual ubicación de la plaza de abastos, hace que vuelvan a un primer plano las incidencias que se vienen produciendo y que no hacen más que agitar las quejas sobre el estado de "precariedad" en la que se viene prestando el servicio, cuyo contrato de concesión finalizó a comienzos del presente mandato, en 2015.
El edil de Transportes y Movilidad, Miguel Prado, que hace poco más de un mes y medio tomaba posesión del cargo en sustitución de José Araújo como concejal y responsable del área, señala que por parte del Concello se realiza un seguimiento y "estamos en contacto con la empresa concesionaria", Urbanos Ourense, con la intención de evitar que se produzcan esas situaciones. Y dejar claro que aunque se encuentra en precario y es consciente de que no se puede exigir a la empresa la renovación de la flota, "tiene obligación de prestar un servicio en condiciones, que es lo que está haciendo, aunque se puedan producir este tipo de incidencias".
Unos argumentos que valen de poco para la oposición, en concreto para el grupo de Democracia Ourensana, que en la jornada de ayer se hizo eco de las airadas quejas de varios usuarios que utilizan habitualmente ese medio de transporte y trasladar que desde hace tiempo notan una merma en la calidad del servicio que se viene prestando.
Una situación que para DO no es nueva, ya que en varias ocasiones denunciaron la "incapacidad" del gobierno popular para elaborar durante todo el mandato un pliego de condiciones técnicas y económicas para poner en marcha el concurso y adjudicar uno de "los servicios básicos en condiciones" .
De ahí que las incidencias que se vienen produciendo las enmarcan en lo que denominan "efectos secundarios" de que se preste en precario, al no tener la empresa obligación alguna de renovar la flota, y de esa forma mejorar la calidad de servicio.
En este sentido, el concejal de Movilidad, aunque reconoce las incidencias que se vienen produciendo, rebaja su importancia al señalar que "no hubo graves problemas" en lo que se refiere al servicio, y destacar la "disponibilidad" que muestra la concesionaria, aún estando en precario, para resolverlas de inmediato.
"La relación con la concesionaria es buena y fluida", concreta Pardo, pero la situación que existe "es la que es", y de lo que se trata es que no afecte a los usuarios, sobre todo cuando existe una apuesta clara en la utilización del transporte público como medio de desplazamiento en el municipio, y de esa forma evitar la utilización de vehículo privado.
Pendiente del pliego
En lo que se refiere al nuevo concurso, lo que explicó Miguel Prado a este diario es que en estos momento el pliego por el que se regirá el concurso de adjudicación "está rematado", y se remitió al Servicio de Contratación para avanzar. Por lo que aclara que ahora "ya no depende del área de Transportes".
Es por eso que evita fijar plazos para la renovación de la concesión, aunque entiende, en función del proceso administrativo que esta pendiente, que será el próximo gobierno municipal el encargado de sustancial el concurso, pues "en el mes que queda para las elecciones no se podrá completar el proceso".
Para la oposición la referencia que hace el responsable del área de Movilidad y Transporte "no es nada nuevo", y sigue la "línea de sus antecesores" en el sentido de tratar de justificar que la "precariedad" se instaló en la práctica totalidad de los servicios municipales que se gestionan en régimen de concesión.
Y dicen entender y apoyar las quejas de los usuarios, ya que con sus impuestos "están pagando un servicio que se debería prestar en otras condiciones y al amparo de un contrato", sobre todo después de las advertencias de la Intervención antes de que caducase y después para que se sacase a concurso.
