Más de cien párrocos, de los 187 que se mantienen en activo en la diócesis -cuenta con 300, sumando enfermos y jubilados-, renovaron ayer sus promesas sacerdotales en el transcurso de la misa crismal, ante el obispo, Leonardo Lemos, por lo que se han comprometido a "realizar su misión con fidelidad a la Iglesia y en comunión con él". El prelado también procedió, en el transcurso de la misma ceremonia oficiada a partir de las 19 horas en la Catedral, a la bendición de óleos y de crismas, que utiliza el clero durante todo el año en los bautizos, atención de enfermos y confirmaciones.

Además de la renovación pública de las promesas sacerdotales, el obispo se centró en la necesidad de "instruir al pueblo" sobre el ministerio sacerdotal o la unción sacerdotal. Tomó esta determinación, al observar que el ministerio sacerdotal "viene suscitando un interés especial, de tal modo que parece que se ha establecido la consigna de acosar, fustigar o vilipendiar la persona y la figura de aquellos que ejercen el ministerio sacerdotal, bien sea la vida de un sacerdote o de un cardenal - ambos son sacerdotes -, que a menudo se convierten en objeto de escarnio o bien se ridiculiza su persona; y últimamente se llegan a generalizar ciertas conductas criminales que todos condenamos y a todos nos duelen, de manera especial a nosotros; conductas de individuos particulares, en ocasiones de personas que ya habían abandonado el ejercicio del ministerio, y sin embargo, se nos aplican a los sacerdotes en general como si todos fuésemos 'corruptos y criminales'; y en estas situaciones ni siquiera se salva la persona del Santo Padre".

Miedo

Leonardo Lemos se dirigió a los sacerdotes y miembros de la vida consagrada en estos términos: "¡No tengamos miedo! Las grandes crisis en la historia del cristianismo han generado siempre momentos de fecundidad apostólica y de una gran vitalidad en la fe. Estas crisis son crisis de santidad. Son momentos para crecer en autenticidad de vida y con la auténtica parresía que nos concede la gracia y la ayuda de los hermanos, luchemos por ser testigos alegres de nuestra vocación cristiana". Y agregó: "A pesar de tanto laicismo excluyente que está adquiriendo carta de ciudadanía en medio de nuestros pueblos, surgen manifestaciones que sorprenden a propios y extraños. ¿Cómo es posible que en un país que dicen que es tan poco católico como el nuestro, a lo largo de estos días se llene de cofrades que visten sus hábitos de penitentes y desfilan horas y horas tras el paso de una Dolorosa y o de la imagen de un Cristo? El gran problema que estamos viviendo no es tanto la pérdida de la fe como una situación de indiferencia religiosa; por otra parte, las críticas que tantas veces se hacen ante el hecho religioso católico podemos observar que están condicionadas por una fuerte ignorancia del hecho religioso real y, en ocasiones, percibimos una serie de prejuicios que no hacen fácil crear puentes y establecer un diálogo abierto sobre el hecho católico y, por ende sobre el sacerdocio y la actividad de la vida religiosa y su rica aportación al bienestar social".

Tres sacramentos

Por su parte, el vicario de Pastoral, Francisco Pernas de Dios, explica que las personas mayores "pueden recibir los tres sacramentos en la misma ceremonia: el bautismo, la confirmación y la eucaristía". Sin embargo, cuando se celebra la iniciación cristiana con los niños, "se espacia en el tiempo, para que puedan ir adquiriendo una comprensión mayor de lo que celebran y para que puedan hacerlo en mayor libertad". Por lo tanto, reciben el bautismo unos días después de nacer, la primera comunión a los 9 años y la confirmación a los 14 años. "La iniciación cristiana completa, requiere esos tres sacramentos", agrega Francisco Pernas.

Las personas que deseen casarse por la iglesia, pueden recibir los tres sacramentos juntos, pero los padrinos tienen que contar con la confirmación, lo que requiere un año de preparación previa.

La diócesis de Ourense procederá el día 8 de junio a la confirmación de 20 personas mayores en la catedral, explica el vicario de pastoral.