Es el segundo hecho idéntico en la misma pista, la de Pradobó, entre Palmés -parroquia rural del municipio de Ourense- y Amoeiro. El 25 de marzo, los ladrones se llevaron 500 metros de cable y otros 500 más en otro tramo de las proximidades, causando además la caída de un poste de hormigón, lo que elevó la factura de los desperfectos a 4.500 euros en total. Esta vez desaparecieron 200 metros lineales del tendido y el importe de los daños se sitúa en 600. Además, los núcleos de Pradobó y Pereiro se quedaron sin luz hasta que los operarios del servicio eléctrico del Concello repararon los daños. Había orden de actuación inmediata.

Los hechos, de los que no constan que se hayan producido detenciones tanto tras el primer episodio como después del más reciente, constituyen un delito de robo con fuerza. Pero el Ayuntamiento lamenta además el componente vandálico de la acción, que supone un deterioro para el alumbrado público y un perjuicio para los vecinos afectados por el corte del tendido.

El vandalismo ocasiona un perjuicio para las arcas públicas de la tercera ciudad de Galicia -contabilizando daños en contenedores, farolas, mobiliario urbano así como pintadas y otras acciones- que supera los 300.000 euros anuales, según la estimación municipal. Una cantidad que es todavía mayor si se suman los daños causados a las propiedades privadas, como fachadas y portales de edificios, un hecho habitual en zonas próximas a locales de ocio nocturno.