Son unas fiestas de barrio en medio de la trama urbana, entre edificios, a pie de bares. La celebración de este año en la zona de A Rabaza -o de la Follateira, como se denomina la asociación vecinal- contará con la banda musical referente del movimiento Quinqui, con un grupo que ha grabado a fuego y sudor canciones que se cantan a coro, automáticamente, como Ni más ni menos, Son ilusiones, El Vaquilla o Quiero ser libre. El cartel de las fiestas anuncia a Los Chichos como "Os reis da rumba". Su actuación "estelar" está programada para las 23 horas del sábado 4 de mayo.

El recinto de las fiestas ocupa el tramo de la calle Avenida de Buenos Aires, entre los establecimientos hosteleros Prisma -número 157 de la calle- y Severino (236). La comisión ya ha solicitado el corte de ese tramo de la vía pública para poder albergar al público y el escenario. José Nieto y Marcos González organizan las fiestas en solitario. Cuentan con las aportaciones de entre 600 y 700 vecinos -cada uno con la cantidad que considera pertinente- más el apoyo de negocios, para los que han elaborado un libro anunciador.

Los Chichos vienen al barrio por un precio más asequible al caché habitual, gracias a la estrecha relación forjada desde hace años entre el grupo y el presidente de la comisión, José Nieto. "Sempre fun seguidor deles e tiven o gusto de coñecelos. Xa en 2010 os trouxen ao Paco Paz. Sempre que veñen por Galicia, chaman. Teñen estado na niña casa e eu na súa, en Madrid. A relación empezou sendo a dun admirador, pero como me trataron tan ben o trato acabou sendo familiar".

Nieto y González tienen experiencia en organizar las fiestas del barrio. Ya se hicieron cargo hace unos años; la última que programaron fue la de 2004. Después vino un parón hasta que un vecino decidió retomar la tradición el año pasado. La celebración comienza el viernes 3 y dura hasta el domingo, con dos orquestas, un grupo, una charanga y gaiteiros.

"Axuda pública, ningunha"

La tarea de una comisión es laboriosa y no puede dejarse para el último día, subraya. "Marcos e mais eu decidimos todo, estamos compenetrados e sen problemas. Levamos varios meses traballando nisto. Tivemos que ir varias veces ao Concello, tramitar papeis, hoxe en día se esixen unha serie de cousas que non é normal pero axuda pública, ningunha. O único que temos ás veces é trabas, ademais de que isto fai perder moito tempo e dar moitas voltas". Pero se impone el amor por el barrio.