El trabajo en equipo es clave en investigación y si el intercambio de opiniones científicas traspasa fronteras el debate es todavía más enriquecedor. El grupo de Termofísica Molecular del campus de Ourense, integrado por los físicos Jacobo Troncoso, Diego González y Claudio Cerdeiriña, los tres con docencia en el grado en Ingeniería Aeroespacial, lleva meses trabajando en el proyecto "Agua, Hidrofobicidad y Termodinámica de Proteínas", que incorpora talento desde el otro lado del Atlántico.

Además del catedrático emérito de la Universidad de Vigo, Luis Romaní, el grupo trabaja en estrecha conexión con dos colaboradores externos, Benjamin Widom, de la Universidad de Cornell (EEUU), y con Miguel Costas, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, experto en Termodinánica de Proteínas y Premio Universidad Nacional por su trayectoria sobresaliente.

Costas se ha desplazado en las últimas semanas a Ourense para reunirse con el grupo de investigadores y trabajar en el análisis de los resultados experimentales obtenidos en el Laboratorio de Termofísica del campus, así como en la planificación de nuevos experimentos relacionados con las propiedades volumétricas de proteínas. En particular, explica Miguel Costas, "estamos interesados en comprender el papel del agua en el comportamiento de las proteínas".

Esta es la base de un proyecto que ha logrado financiación del Ministerio de Ciencia para el trienio 2018-2020 pero que se inició mucho antes. La colaboración en el caso de Miguel Costas comenzó en el año 2000. "Este grupo comparte intereses en temas de investigación en ciencia básica, como la organización a nivel molecular de diversos líquidos, con mi grupo de trabajo en México", en el Departamento de Fisicoquímica de la Facultad de Química de la UNAM. "Durante estos casi 20 años hemos realizado trabajo experimental y teórico dirigido a avanzar en el conocimiento básico que se tiene sobre líquidos tales como alcoholes y agua".

Con este trabajo en común, añade, intentamos "contribuir a entender el papel del agua en el proceso conocido como desnaturalización de proteínas, donde la estructura funcional de una proteína se pierde produciendo un estado no activo".

Miguel Costas, que es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y un referente en investigación científica, destaca la relevancia de esta colaboración externa: "Dada la calidad, seriedad y entusiasmo del grupo de trabajo en Ourense, este trabajo es de gran importancia en mi trayectoria como investigador ya que representa una oportunidad importante para poder desarrollar en mi laboratorio en México investigaciones de relevancia científica".

Por su parte, Benjamin Widom es uno de los científicos mas relevantes de la historia en el campo de la Física Estadística, y ha contribuido de forma decisiva a su desarrollo. Entre los muchos premios y distinciones académicas que ha recibido a lo largo de su carrera destaca la prestigiosa Medalla Boltzmann que, explica el profesor Claudio Cerdeiriña, "es algo así como el Premio Nobel de la disciplina". Widom tiene 91 años, por lo que será este docente el que viaje a Cornell para poner en común los avances de la investigación.

El estudio en conexión con este investigador, explica, tiene que ver con el fenómeno denominado "fuerza hidrofóbica", que es la atracción que tiende a producirse "cuando dos moléculas apolares (o hidrofóbicas) se encuentran inmersas en agua liquida". Se considera, prosigue Cerdeiriña, "que esta interacción juega un papel importante en el fenómeno de plegamiento de proteínas". La colaboración con Widom, que ya comenzó hace años, consiste ahora "en caracterizar la naturaleza de la fuerza hidrofóbica mediante el estudio de una propiedad denominada segundo coeficiente del virial osmótico".

Estas aportaciones se unirán al trabajo del grupo local que, en términos generales, explora "la posibilidad de que el peculiar comportamiento de una propiedad termodinánica concreta del agua líquida, su presión térmica, explique por sí mismo las observaciones experimentales que indican que las proteínas se desnaturalizan a temperaturas suficientemente altas o suficientemente bajas", concluye Cerdeirña.