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Premio del Colegio de Médicos para la ONG Escuela Shantidi por su proyecto en la India

Esta organización no gubernamental lucense trabaja en una iniciativa contra la desnutrición infantil en pueblos al oeste de Bengala

Vileta González, Teresa Vila de Escuela Shantidi, Margarita Arandia y José Luis Jiménez, presidente del Colegio de Médicos, ayer con mochilas solidarias realizadas por mujeres hindúes. // Iñaki Osorio

Fueron compañeros de estudios en un colegio lucense siendo muy niños, pero nunca perdieron el contacto y más de cuarenta años después, ejerciendo ya como médicos, arquitectos, abogados o empresarios en distintos puntos de Galicia y del resto de España, pusieron en marcha Escuela Shantidi, una organización no gubernamental que acaba de recibir el Premio/Ayuda 2018 a Proyectos de Cooperación y Solidaridad de ONGs que otorga el Colegio Médico de Ourense, por su proyecto "Valoración nutricional infantil y detección precoz de diabetes para 200 familias en India" . Un premio que va dirigido a niños hindúes de familias sin casta, y que pone su acento, en la formación, la alimentación y la formación de sus madres, como un vehículo para salir de la pobreza.

Teresa Vila, abogada, implicada en mil historias solidarias y una de las que empezó esa enganche de viajes a la India, junto con otros compañeros y amigos llegó ayer al colegio de Médicos de Ourense, para contar acompañada entre otros por el presidente del Icomou, José Luis Jiménez entidad que destinó un 0,7% de su propuesto para esta premios solidario cual es la labor de esta ong.

Teresa Vila, Marcos Vellé, Rubén Fernández, Miguel Martínez, Xulio Pardo, Pilar Zato, Ricardo Díaz, Carlos Berruezo, Anuska Díaz, italianos como Giovanni Liguoro, Pilar Martínez son solo algunos de un grupo de amigos y ahora colaboradores que ya se reparten por muchos lugares y que con sus aportaciones particulares, de la Diputación de Lugo, pero sin subvenciones fijas porque solo son voluntarios sin plantilla fija, han convertido dos pueblos al oeste de Bengala a unas tres horas de Calcuta "en nuestra segunda casa" . Comprobaron inicialmente como punto de partida del proyecto, que un 35% de todos los niños con problemas de malnutrición que hay en el muno están en la India pues tiene allí hay una población de 1.300.000 personas.

Garantizar la alimentación

Ahí empezó una iniciativa que primero pretendía tratar de impedir el cierre de una escuela pues en ella al menos le garantizaban una comida diaria a los niños, y luego fueron consiguiendo introducir alimentos desconocidos para esos niños como la leche y frutas que jamás habían probado.

"Primero y para evitar el absentismo escolar y evitar el cierre de una escuela, implicamos a las madres, y junto con kits de arroz, iniciamos un proceso que culminó con la compra de máquinas de coser y formándolas como costureras, lo que permitió fabricar unas mochilas solidarias, por las que reciben incluso más ingresos en dos horas de trabajo que durante largas jornadas de explotación en otros lugares", explica Teresa Vila.

Con esto comenzaron un proceso que continúa con la formación para enseñarles a cultivar, y en estos momentos están trabajando para conseguir poner en marcha su propia escuela y generar esta labor que da caña y enseña a pescar.

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