Un vertido de gasóleo a causa de un posible daño en una caldera de un edificio de la avenida Julio Rodríguez Soto de O Carballiño movilizó ayer a los bomberos, el Grupo Municipal de Emergencias de la villa, la Policía Local, e incluoso una ambulancia del GES de Avión, ya que el fuerte olor causó cierta preocupación además de molestias en algunos vecinos de esa calle, como irritación de ojos, garganta.

Dar con la causa del olor y el lugar del vertido tomó varias horas, y mientras éste recorrió por lo menos cerca de un kilómetro hasta llegar incluso a la depuradora.

Desde la mañana que se dio la alerta no fue hasta cerca de las 16.00 horas cuando se localizó el edificio, de más de 20 años de antigüedad, del que procedía el vertido de gasoleo, que se cree se debió a una avería de la caldera. El combustible que perdía vertía directamente al la red de alcantarillado y la comunidad de propietarios llamo al servicio técnico para cortar el suministro.

Tras varias horas vertiendo Protección Civil procedió por la tarde a lavar lo mejor que pudo la tubería y la red de saneamiento con el camión anti incendios para quitar el olor. El vertido fue calle abajo hasta un punto en que enlaza con alcantarillado que va a la zona del río Arenteiro y al colector que llega a la depuradora. Según agentes de la Policía Local allí "llegó hace horas pero no afectó, solo depura más lento".

Centro de pensionistas

En su recorrido por la red también el desagradable olor afectó al Centro Social de los Pensionistas donde la dirección procedió a abrir puertas y ventanas para evitar molestias a los usuarios que en su mayoría son personas mayores, y algunos con problemas respiratorios.

Ahora serán los servicios jurídicos del concello que "dependiendo de los medios que se utilizaran podría o no determinar una sanción", apuntan.

No es la primera vez que en la avenida Julio Rodríguez Soto se produce una alarma por fuertes olores a gas o gasoleo, registrándose una el año pasado en otro punto de la misma, y hace dos años en la rúa Puerto Rico, que conecta con dicha avenida, muchos vecinos tuvieron que tener las ventanas abiertas día y noche e incluso algunos marcharse "porque no daban dormido".

En los edificios de nueva construcción las instalaciones modernas de calefacción no producen vertidos directos a la red de saneamiento pero quedan muchos inmuebles antiguos cuya instalación podría tener ese fallo.