Los conductores que transitan por las carreteras convencionales de la provincia deberán estar atentos a los nuevos cambios introducidos en los límites de las cabinas de radar fijo. Las modificaciones tienen que ver con la entrada en vigor el pasado 29 de enero del máximo de 90 km/h para todas las vías que hasta entonces estaban limitadas a 100 km/h, y con el propósito de la Dirección General de Tráfico, DGT, de "hacer más comprensible" la señalización vial para el conductor.

El objetivo es disminuir la disparidad de límites de velocidad que existe en la red convencional, y la revisión afecta a las limitaciones pares, sobre todo las que marcan 80 km/h. En el caso de la provincia de Ourense, las primeras modificaciones afectan a cuatro cabinas de radar fijo que estaban en esta limitación. Tres de ellas han pasado a 90 km/h y otra baja a 70.

Esta última es la única que obliga al conductor a levantar el pie del acelerador al pasar por uno de los puntos más delicados de la N-120 en el entorno de Os Peares. Se trata del punto kilométrico 550,7 frente al desvío hacia Penalba y el Parador de Santo Estevo, donde la cabina, instalada en sentido Ourense, pasa a operar en límite de 70 km/h.

También en la N-120, en Vilamartín de Valdeorras, el dispositivo fijo del punto 459,5 en dirección a la capital de As Burgas, se ha visto afectado por el cambio, en este caso pasando de 80 a 90 km/h.

Las otras dos variaciones implican la misma rectificación que eleva a 90 km/h la velocidad máxima en tramos hasta ahora a 80.

Se trata de la cabina del Polígono de Barreiros, en la nueva vía autonómica OU-525 (antigua N-525), kilómetro 230,7. El radar, situado en sentido Benavente opera a 90, igual que el de Godás do Río (O Carballiño), en la carretera estatal N-541, pk 29,9, sentido Pontevedra.

La introducción de estos cambios, precisa la DGT, implican la modificación de la señalización vertical. En este sentido, desde la Dirección General de Tráfico solicitan a los titulares de las vías que procedan a realizar estos cambios, así como de la señalización en las zonas aledañas con límite 60 y 80 "para adaptarlas a la nueva realidad que marca un límite máximo genérico de 90 km/h y así ir disminuyendo la disparidad de límites de velocidad existente en vía convencional".

Poco a poco se irán sustituyendo otros límites de 80 por 70 o 90, con idea de hacer la señalización de velocidad más comprensible y reducir los siniestros viales.