El 9 de abril de 2016 -hoy se cumplen 3 años-, el policía del área de prensa de la comisaría de Ourense Celso B. A. apareció muerto de un tiro en la sien en un despacho de la quinta planta. Tras el levantamiento del cadáver empezó a investigar la magistrada Eva Armesto. Desde la impresión inicial de un suicidio, la jueza siguió indagando. Mantuvo el secreto casi dos años. En enero de 2018 ordenó la detención de los agentes gemelos Roy y Bernardo D. L., compañeros y amigos de la víctima, imputados por homicidio. Tres años después del suceso más grave registrado en la comisaría de Policía de Ourense, abatida desde 2014 por hechos rocambolescos, la Audiencia Provincial desestima la petición de archivo de la defensa. El tribunal considera, en síntesis, que no es el momento procesal porque quedan diligencias de investigación pendientes.

Además, la Audiencia rechaza la devolución del vehículo Volvo con el que Roy entró en comisaría el día de los hechos, antes de marcharse para hacer unas compras, según su versión. Tras un primer análisis negativo en busca de restos de sangre o ADN de Celso, la Guardia Civil efectuó una nueva inspección ocular hace unas semanas.

En la causa que determina si la muerte del agente fue un homicidio o un suicidio -una opción que la Fiscalía no descarta-, las peticiones para ser acusación se suceden. Intentan ser parte el sindicato SUP, que acusa a los gemelos de causar un desprestigio a la Policía y utilizar su red wifi para enviar los anónimos -la jueza ha solicitado una fianza de 3.000 euros-, así como un presunto traficante, J. R. R. R., y dos policías, Felipe M. A. y Mercedes C. G. Los tres irán a juicio en la operación Zamburiña: el caso que partió de un anónimo en noviembre de 2014 y destapó una presunta protección de policías a sus confidentes. Las peticiones de todos ellos para ejercer la acusación aún no han sido resueltas. Sí es parte por el momento el exjefe antidroga, Antonio R. F., que culpa a los gemelos de fabricar pruebas contra él en connivencia con Asuntos Internos.

Mientras, la defensa cuestiona la investigación de la comisaría y pide apartar del caso a la UDEV de la Policía Judicial de Ourense, unidad que no ve imparcial. "Las cosas no se están haciendo bien", dice el abogado Neil González, que niega indicios contra los gemelos. El abogado de la familia de Celso, Arturo Mosquera, cree que no han dejado de acrecentarse.