El BNG urge al alcalde de Celanova, José Luis Ferro, a presionar a la Xunta para que adopte las medidas consensuadas para Mandrás, ya que destaca que informes de la Policía Local y del arquitecto municipal se registraron hace un mes ante la Jefatura Territorial de Infraestructuras y ofrecían una solución acorde con las demandas vecinales, pero siguen sin atenderse.

El problema de la circulación de vehículos en Mandrás y Penalta continúa y los nacionalistas reclaman del alcalde que "ejerza la presión necesaria ante la Xunta" para que los dos informes que ofrecían una alternativa al actual problema de tráfico en los núcleos atravesados por la OU-531 y que pusieron de acuerdo al gobierno municipal, al BNG y a los vecinos, tengan una respuesta inmediata y se hagan efectivas las obras de mejora.

El portavoz municipal, Leopoldo Rodríguez, señala que los vecinos de Mandrás y Penalta llevan desde 2017 reclamando un cambio en la señalización horizontal del vial, que en esos puntos impide el giro a la izquierda en la circulación en sentido Xinzo, dificultando el acceso a las viviendas. Dice que la demanda vecinal, apoyada por el BNG y por más de 700 firmas de vecinos, fue primero al pleno municipal y, "ante da inacción del gobierno local, el BNG elevó la cuestión al Parlamento".

Señala que el pasado 7 de marzo el Concello remitió a la Xunta los informes precisos para ejecutar los cambios, un simple repintado de la señalización horizontal en cinco puntos de un tramo de la OU-531 de apenas un kilómetro, y "aún no tenemos plazos de ejecución ni nueva información".