La comunidad senegalesa en Ourense celebró ayer una jornada festiva para reivindicar sus costumbres y conmemorar que hace casi 59 años el país se convirtió en una república independiente emancipándose del colonialismo francés. El colectivo disfrutó este domingo en el local de Queixumes dos Pinos, en Nosa Señora da Saínza, de una jornada de exaltación de su música, comida y tradiciones.

El número de personas naturales de Senegal se ha triplicado en los últimos diez años en Ourense. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 245 residentes oriundos de dicho país en esta provincia, hombres en su mayoría (196). En 2008 el colectivo radicado en Ourense estaba formado por 86 personas. El censo de senegaleses en la provincia -según los registros del INE- ha ido creciendo, salvo por algunos ejercicios de caída: 112 personas en 2009, 157 en 2010, 184 en los dos años siguientes, 216 en 2013, 197 en 2014, 193 en 2015, 208 el siguiente año así como 221 al finalizar 2017.

Aby, la presidenta de la Asociación de Inmigrantes de Senegal, que llegó en 2008 a Ourense, destaca la afluencia y el sentido de convivencia y confraternización de la jornada de ayer. "Es muy importante poder celebrar la independencia con la presencia de una autoridad tan importante como el cónsul de Senegal en España", Abdou Kadir Agne. También acudieron representantes políticos del Concello y la Diputación de Ourense. ¿Se siente acogida e integrada la comunidad en la provincia? "Hay de todo y siempre habrá de todo, porque existe gente ignorante, pero actos como este demuestran que hay integración", destaca la presidenta de la comunidad.

La dura travesía del Estrecho

Los asistentes disfrutaron de un menú de comida típica de Senegal, con arroz, pescado y fideos con pollo. Un grupo de percusionistas procedente de Madrid, África Percusión, puso el broche musical y animó a bailar. En el acto también se proyectaron vídeos que sirvieron para exponer la situación actual y recordar la dura experiencia de la emigración, con la difícil travesía para llegar desde el país africano a España a través del Estrecho de Gibraltar. "Algunos entraron por patera pero gracias a Dios ahora están bien y pueden trabajar y vivir aquí", destaca ayer la presidenta Aby.