Era su segundo paciente de la mañana, el 2 de marzo de 2017. Habló con él para explicarle la intervención. En el quirófano del hospital de Verín se le puso agresivo. "Espero quedar mejor que la otra vez porque, si no, voy a sacar un cuchillo", le espetó. El traumatólogo, la anestesista y dos enfermeras intentaron calmar al paciente, pero este siguió agresivo, insultando y con amenazas. El médico suspendió la intervención y el usuario intentó levantarse de la camilla. Cuando el doctor abandonaba el quirófano, el paciente siguió con las amenazas y los insultos: "Voy a cortarte el cuello, hijo de puta, te voy a reventar la cabeza. Vas a tener que buscar un compañero de facultad para que te arregle lo que te voy a hacer. Subnormal, vigila tus espaldas cuando vayas por el pueblo". La magistrada del Penal 1 condena al paciente, por amenazas, a 6 meses de prisión, y año y medio de alejamiento del médico.

El encausado no podrá acercarse durante ese periodo a menos de 100 metros del doctor, su domicilio o su lugar de trabajo. Cuando tenga que acudir al hospital de Verín, donde ocurrieron los hechos, bien para recibir asistencia o para acompañar a sus padres, el encausado no podrá aproximarse a menos de 20 metros del doctor, lo que limitará sus movimientos en el centro.

El nerviosismo no es excusa

La sentencia del juzgado de lo Penal 1 de Ourense no es firme. Admite recurso de apelación ante la Audiencia Provincial. La magistrada considera que "el nerviosismo que pudiera tener el paciente en esos momentos no atenúa la gravedad de las expresiones por él proferidas".