La asociación vecinal O Cimborrio, recientemente creada, para defender el derecho al descanso de los vecinos de las calles del entorno de Pena Corneira, Cabeza de Manzaneda y Plaza del Corregidor, frente a los ruidos de la movida nocturna, piden a Concello un "revisión integral" de todos los locales de las calles declaradas "zonas saturadas de ruidos", desde 2002, en una ordenanza aprobada entonces por el propio ayuntamiento.
Esta petición de control integral incluirá "el estado de las licencias de los locales, terrazas, nivel de insonorización acústica, programación del limitador de potencia, de los locales, etc.", indica la asociación.
Un solo técnico
También piden que para garantizar ese derecho al descanso, "se dote de más personal para la lucha contra el fraude acústico, pues está claro que un sólo técnico no es suficiente para controlar los problemas de la zona como no lo es, que la Policía Local no cuente con medios suficientes para realizar las mediciones de ruidos", afirman.
Por otra lado, la Asociación Cimborrio se pregunta " si el centenar de denuncias tramitadas por la Policía Local (en relación con incumplimientos de los locales por ruidos) han tenido consecuencias en forma de sanción económica o una vez más se ha quedado en papel mojado saliendo gratis perjudicar los residentes".
Por eso, como parte interesada en estos procesos la asociación de vecinos de estas calles incluidas en O Cimborrio, que ya capitanearon hace lustros, la primera movilización vecinal contra el ruido, que derivó en la redacción y aprobación de la mencionada ordenanza, señaló que "vamos a solicitarle al Concello que nos dé acceso a los expedientes".
Tras constituirse en asociación e incoar una batería de quejas que derivaron en el control de varios locales de la zona que demostraron gravísimas negligencias y manipulación de sonómetros, "valoramos muy positivamente el primer fin de semana de "cierta tranquilidad" en muchos años, fruto de la decidida apuesta de los políticos por sanear en ambiente nocturno en la llamada zona vieja", afirman los vecinos de estas calles afectadas
Añaden que "este fin de semana, nuestras sospechas y la de los técnicos municipales de que se están manipulando los dispositivos de control han quedado de manifiesto. Sin una exhaustiva intervención de la Policía, algunos locales seguirían manipulando los dispositivos de control para torturarnos con la música" .
Afirman que durante años las licencias se dieron sin certificación acústica que tardaron años, en ponerse al día con las consiguientes molestias para el vecindario de esta zona histórica.
