El largo y complejo camino recorrido por la Ribeira Sacra para ser declarada Patrimonio Mundial afronta hoy una jornada decisiva y será una de sus joyas, el Mosteiro de Santo Estevo de Ribas de Sil (Nogueira de Ramuín), el escenario en el que el Consejo de Patrimonio Histórico Español haga oficial la candidatura para su valoración por parte de la Unesco en 2021.

El hecho de que este órgano, en el que están representados el Gobierno y todas las comunidades autónomas, haya elegido uno de los monumentos más emblemáticos de la Ribeira Sacra para celebrar su sesión número 84 ha generado expectativas muy optimistas entre los 22 municipios de Ourense y Lugo que conforman este territorio, las diputaciones de ambas provincias y la Xunta de Galicia, que el pasado mes de diciembre aprobó la declaración del paraje natural como Bien de Interés Cultura, BIC, requisito imprescindible para poder ser incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El presidente Alberto Núñez Feijóo asistirá hoy a la clausura de la reunión.

Y aunque la decisión del consejo estatal no se hará oficial hasta esta mañana, el director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte, Román Fernández-Baca, avanzó ayer en los momentos previos al inicio de la reunión que todos los grupos de trabajo que han valorado el proyecto han realizado evaluaciones positivas, por lo que sería "prácticamente imposible" que los miembros del consejo no mantuviesen las mismas directrices: "Estamos en disposición de decir que ya tenemos candidatura para presentar al consejo internacional", precisó. Más aún cuando la propuesta "está tan bien perfilada", mostrándose muy optimista respecto al reconocimiento definitivo que corresponde conceder a la Unesco.

Para formar parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad el lugar propuesto debe tener un valor universal excepcional y la Ribeira Sacra, incidió Fernández-Baca, tiene ese "carácter singular y universal" por ser, explicó, un "ejemplo único de conservación de una cristianización orientada a la vida ascética que se desarrolló en los valles de los ríos Sil y Miño desde finales del siglo IV, con un proceso fuerte de antropización que tiene reflejo en la gran concentración de construcciones dedicadas a la vida religiosa", apuntó.

Así, la Ribeira Sacra será la única propuesta que el Ministerio de Cultura presentará al organismo internacional para su posible inclusión en la lista del Patrimonio Mundial en 2021 después de que la Unesco decidiese admitir una sola candidatura por país a partir de 2020.

La sesión del consejo estatal de Patrimonio Histórico reúne en Ourense a los directores generales de Patrimonio Cultural de todas las comunidades autónomas. Durante dos días abordarán diferentes cuestiones en una "apretada" orden del día, pero también tendrán tiempo para realizar visitas a enclaves emblemáticos de la Ribeira Sacra, cuyas singularidades están recogidas en un proyecto técnico de más de mil páginas que ayer presentó al consejo, en una reunión a puerta cerrada, el equipo de la Dirección General de Patrimonio Cultural.

A la apertura de la sesión, presidida por el director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Fernández-Baca, asistieron también la subdirectora general de Protección del Patrimonio Histórico, Elisa de Cabo de la Vega; el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez; el alcalde de Nogueira de Ramuín, César Parente; el presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, y el representante del gobierno provincial de Lugo, Álvaro Santos Ramos.

En su intervención, Román Rodríguez destacó los valores de la Ribeira Sacra y el "intenso e importante trabajo técnico" realizado por la Xunta para definir todos los aspectos de la candidatura de la Ribeira Sacra para que sea incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. "Nos encontramos en una zona que destaca por su patrimonio natural, pero también por su importante patrimonio arquitectónico", subrayó el conselleiro, destacando que en la Ribeira Sacra existe una de las mayores concentraciones de construcciones religiosas de estilo románico de Europa, con más de 1.200 bienes singulares y 700 BIC repartidos por los 22 municipios integrados.

Por su parte, Baltar señaló que la Ribeira Sacra "es una de las mejores postales de Ourense, Galicia, España y Europa", destacando el convento de San Pedro de Rocas como "el enclave más visitado". La inclusión en la lista del Patrimonio Mundial sería, dijo el presidente, "el mejor homenaje que se le puede hacer a las personas que durante siglos hicieron de la Ribera Sacra un lugar tan espectacular".

Fernández-Baca aplaudió la "importancia que la Xunta da al patrimonio" y señaló que España es el tercer país con mayor representación en la lista de la Unesco, tras China e Italia, con 47 inscripciones, el cuarto en bienes inscritos en Patrimonio Cultural Inmaterial y el primero en el registro de buenas prácticas del Patrimonio Cultural Subacuático.