Un hombre de 39 años, reincidente y con dos sentencias anteriores por delitos contra el patrimonio, se conformó ayer con una condena de 1 año de cárcel por un robo con fuerza de teléfonos móviles en el centro comercial. Se enfrentaba a una petición inicial de 4 años, pero el castigo se rebaja por la aplicación de una atenuante de adicción a las drogas.

Sobre las 23 horas del 2 de noviembre de 2017, el acusado fue una tienda de telefonía de la superficie comercial, fracturó el candado de la puerta y se apoderó de dos móviles que había en una vitrina. Fue perseguido por un agente de seguridad. No consiguió darle alcance pero sí logró que el acusado tirase los teléfonos. No obstante, los terminales no pudieron ser puestos a la venta porque les faltaba el precinto.