La primavera ha arrancado con fuerza en Ourense, con temperaturas elevadas para la época, ausencia de lluvias y el regreso a los montes de la provincia de los incendioss. Tras un invierno con una actividad incendiaria atípica, las llamas volvieron a movilizar ayer a los servicios de extinción para la intervención en tres fuegos registrados en Chandrexa de Queixa, Padrenda y Lobeira, este último el parque natural del Xurés, donde ardieron 25 hectáreas. Entres los tres superaron las 70.

También en el municipio lucense de Muras efectivos de extinción han logrado controlar un incendio forestal que afecta a unas 75 hectáreas de superficie, mientras que han quedado sofocados los fuegos registrados este fin de semana en los ayuntamientos ourensanos de Chandrexa de Queixa y Lobeira.

Las condiciones meteorológicas han obligado a la Consellería de Medio Rural a prohibir desde hoy las quemas agrícolas y forestales, lo que implica también que quedan en suspenso los permisos ya concedidos, ya que las comunicaciones y autorizaciones, explica la Xunta, "carecerán de validez desde el momento de la prohibición". Asimismo, la consellería pide a la ciudadanía que extreme las precauciones y denuncie cualquier actividad sospechosa ya que hasta nuevo aviso no está permitido el uso del fuego para ninguna actividad agrícola y forestal.

Ayer ardieron más de 70 hectáreas en Ourense. 21 (10 arbolada y 11 en monte raso) en Padrenda, en un fuego que comenzó a las 19.22 horas del sábado en San Pedro da Torre y que quedó extinguido a las 2.53 horas del domingo. Tres horas antes de que las brigadas finalizasen este incendio, otro foco se propagaba con fuerza en San Xes de Vilariño, Lobeira, en el parque natural del Xurés. Este incendio se mantuvo activo toda la noche hasta que los medios lograron estabilizarlo a las 10.51 horas de ayer. A última hora de la tarde quedó extinguido, con la actuación de tres agentes, ocho brigadas, seis motobombas y un helicóptero.

En Chandrexa, el fuego empezó pasadas las 13.00 horas de ayer en Fitoiro y quedó controlado a las 17.30 horas. En este incendio, en el que ardieron 25 hectáreas (dos arboladas) trabajaron dos agentes, ocho brigadas, dos motobombas y cuatro helicópteros.