En el municipio de Celanova existe un lugar de gran singularidad como es el alcázar de Milmanda, que tiene iglesia, torreón, muralla, zona fortificada, y lleva más de 30 años lleno de maleza y de hecho ardió en la década de los 80. Pero ahora una asociación con miembros de toda la provincia, que preside Manuel González Vergara, está llevando a cabo gestiones para su limpieza y recuperación, para dejarlo a la vista y en condiciones.

Este vecino del lugar recuperó hace tres años uno de los antiguos inmuebles para turismo rural "Casa Milmanda", que en su día fue el primer ayuntamiento de Galicia y de hecho tiene el blasón en la puerta, y ahí se nombró al primer alcalde gallego. Y próximo a esta pensión está el alcázar y "estaba sin limpiar y la gente desconocía lo que había ahí, una zona fortificada". En su día cuando se construyó la iglesia abrazando el torreón se declaró la zona como lugar fortificado, y por ahí pasaron tres reyes, y uno de ellos llegó acuñar una moneda, en el año 1.268, de la cual hay una replica en una vitrina de la pensión.

El alcázar fue invadido tres veces y la tercera vez se construyo la milmanda fuera del alcázar, y los ciudadanos se liberaron y nació un nuevo ciclo fuera de las murallas y con esas piedras de la fortaleza se construyó también ese primer consistorio que ahora es la casa de turismo rural que lleva a los turistas a ver todo este patrimonio.

Fue la Asociación de Defensa y Promoción del Patrimonio Cultural Ourensano, y que preside González, la que saca este proyecto adelante. Hizo una memoria que la llevo a la Xunta y al Concello de Celanova. Precisamente éste se hizo cargo de lo suyo, la zona comunal, que está limpiando y que llega hasta las murallas. Pero fuera de éstas hay 12 fincas privadas "que la Xunta está mirando" para buscar soluciones ya que la maleza está tumbando los muros y "no se ve desde la carretera el único alcázar Milmanda de España", lamenta. La asociación hora tiene previsto hablar con Medio Rural, Patrimonio, y ya tiene cita para Cultura, pero "primero estamos limpiando". Incluso adentro de la fortaleza hay dos familias que viven allí. Se le quiere dar una nueva imagen a todo este entorno lleno de maleza y con puntos de chatarra, que tiene una historia grande que se quiere recuperar. Apunta que al principio los vecinos estaban reacios pero tras crearse la asociación para defender el patrimonio de la provincia y promocionarlo, cuando se ve es fuente de turismo y economía, empezando por este de Milmanda, ahora están más animados.