Lo que se había anunciado en 2008 como una de las actuaciones que complementarían el desarrollo termal de la zona de Outariz, que consistía en ampliar la senda medioambiental hasta el enclave del camping de Untes, después de transcurridos once años sigue sin ser una realidad, debido a los problemas surgidos con la expropiación de terrenos a particulares.

Y eso que a finales de 2017 el Concello y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) suscribían un protocolo de colaboración para acometer las obras necesarias. La rúbrica del documento por parte del alcalde Jesús Vázquez con el entonces presidente del organismo de cuenca, Francisco Marín, abría la puerta a ese paseo peatonal de unos 5 kilómetros.

Era el punto de arranque para la elaboración del proyecto, del que se encargó la propia la Confederación Hidrográfica, que llevó consigo un convenio, pendiente de firmar, para ejecutar unas actuaciones que supondrán una inversión total de 420.000 euros, cuantía que establece una financiación compartida al 50%.

La dotación económica, que además de las obras necesarias previstas para el acondicionamiento del actual camino y convertirlo en una senda medioambiental, contempla la instalación de pequeñas pasarelas de madera en varios tramos del recorrido, las mejoras en el firme, la señalización, pero también se destinará al pago de las expropiaciones de terrenos.

Interés público

Y aunque si en aquel momento el regidor hizo referencia a que se trata de una obra de interés público, lo que llevaría consigo que el procedimiento de tramitación fuese más rápido, la realidad es que en estos momentos no se produjeron avances, y el camino existente no se convirtió en la anunciada senda medioambiental. Y eso que el entonces presidente de la CHMS, Francisco Marín, llegó a señalar que ese acuerdo, con rúbrica de protocolo, correspondía a la primera fase, pues la intención manifestada era la de poder ampliar esa ruta peatonal hasta llegar a la conexión con el río Barbantiño, en el límite del municipio de Ourense.

Pero desde que se firmó el protocolo en octubre de 2017, el único avance que se produjo fue la elaboración del correspondiente proyecto de senda peatonal, en esos cinco kilómetros por parte de la Confederación Hidrográfica, pero sin que se llegase a concretar el correspondiente convenio de colaboración para proceder al inicio de las obras.

El motivo esgrimido por parte del Concello fue que existían los problemas de expropiación con los propietarios de unos terrenos que impedían avanzar. Una cuestión que se le habría trasladado a la CHMS, que ante la demora advertía sobre la necesidad de "reformular" los términos del convenio, y de esa forma ajustarse a los procesos en lo relativo a las aportaciones a realizar.