Mientras el feminismo alzaba la voz el 8M y sus proclamas recorrían las calles de todo el país, un tribunal integrado por cuatro mujeres y un hombre otorgaba a la profesora y exvicerrectora del campus de Ourense, María Lameiras, la categoría de catedrática, la más alta distinción docente que concede la universidad. Profesora titular de la Universidad de Vigo en el departamento de Análisis e Intervención Psicosocioeducativa y especializada en Psicología de la sexualidad, Lameiras lideró el 8M su propio acto reivindicativo convirtiéndose en la primera mujer catedrática de España del área de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos con el perfil de Sexualidad con Perspectiva de Género. Aspecto, el de la perspectiva de género, que se esfuerza en recalcar.

-¿Qué aporta la perspectiva de género al estudio de la sexualidad?

-Aplicar la perspectiva de género en cualquier disciplina supone deconstruir el modelo patriarcal en el que se construyen nuestras identidades para identificar dónde están todos los sesgos y las trampas que provoca esta situación de desigualdad que todavía pervive. Lo que yo hago es el estudio de la sexualidad humana con perspectiva de género: entender como la construcción de nuestra identidad de ser hombre o mujer está generizada, es decir, que no la construyo yo cuando nazco con libertad, sino que me preexiste. Cuando nazco se me coloca en un cajón, y si no me adapto a ese cajón voy a tener problemas porque esa es la identidad que se considera legítima para mí. Romper esa norma, ser una mujer que no hace lo que se espera de ella, te enfrenta a la violencia que te empuja a mantenerte dentro de la estructura normativa. Eso significa luchar contra los estereotipos y romperlos es un gran trabajo.

-¿Qué consigue la lucha por la igualdad con esta cátedra?

-Yo aspiro a tener más capacidad de llegar con mi mensaje a más cantidad de personas y de una manera más efectiva. Es decir, que la cátedra sea un altavoz al mensaje de igualdad, y especialmente en el ámbito de la sexualidad, porque la sexualidad es la primera línea de batalla que sufrimos las mujeres en relación a la desigualdad. Todo lo que tiene que ver con la cosificación y la instrumentalización de nuestro cuerpo como un cuerpo sexuado para uso y disfrute de los hombres y toda la violencia que sufrimos no podremos combatirla sin una educación sexual con perspectiva de género. La libertad y la igualdad para las mujeres no va a ser posible si no implantamos, tal y como ratifica el Pacto de Estado publicado en 2018, la educación sexual obligatoria en todos los ámbitos educativos. Pero sigue siendo una materia pendiente porque las instituciones no han asumido la responsabilidad y la necesidad de tomar esta decisión a través de las leyes.

-¿Está preparado el sistema educativo para impartir educación sexual?

-El Pacto de Estado establece que la sexualidad incluye conocimientos biológicos, psicológicos y sociales. Para eso no están preparados nuestros docentes, por lo tanto si queremos implantar en el sistema educativo la obligatoriedad de la educación sexual y la igualdad, ¿quién lo va a hacer? De nuestras universidades no salen formados.Si yo soy la única mujer y sólo tengo tres compañeros con este perfil en España ¿qué quiere decir?

-Que al decir que la igualdad empieza con la educación la realidad es mucho más compleja.

-Significa que hay que formar a quien forma, pero estamos formando insuficientemente y muy insuficientemente en relación a la sexualidad. Hay que tener claro que no puede haber educación en igualdad sin educación sexual con perspectiva de género. El gran problema en España no es que no tengamos una educación en igualdad y en sexualidad para nuestros niños y jóvenes, es que no la tenemos en las universidades. Esos docentes y profesionales del Derecho, la Psicología, la Medicina... si no están formados en esas cuestiones no van a poder desarrollar un trabajo que contribuya a una verdadera educación en igualdad donde las mujeres pasemos de ser objetos de deseo a sujetos de deseo y los hombres lo entiendan así. Todo esto requiere formarse y especializarse.

-La sexualidad sigue siendo un tabú no solo en las aulas, sino también en las familias.

-Por supuesto. El último estudio publicado en Europa sobre las primeras fuentes de información sexual entre jóvenes de 13 a 17 años es la pornografía, la consumen habitualmente, sobre todo los chicos. ¿Y qué enseña la pornografía? Violencia, cosificación y fragmentación del cuerpo de las mujeres, son pechos, una vagina, unos labios... pero no un ser humano, se deshumaniza. En este contexto, más que nunca hace falta educación sexual y romper ese modelo, pero no tenemos profesionales formados. El primer revulsivo es la universidad y la universidad tiene que ser la punta de lanza para que la formación, la educación sexual y la promoción de la salud sexual con perspectiva de género se transmita a todos los niveles eduactivos y a la sociedad en su conjunto. Porque no solo es importante el que va a formar en un centro educativo, es el que va a formar en una familia como madre o padre, o en un centro de trabajo e impide que se permita el acoso sexual y toma decisiones con perspectiva de género.

-¿Representa una amenaza la irrupción de partidos como Vox?

-Sí, en cuanto a lo que puede venir, pero el Pacto de Estado lo han aprobado todos los partidos políticos. Es cierto que ahora tenemos un partido en escena que no estaba en el Parlamento. Pero el pacto tiene una dotación económica y no va a ser posible dar marcha atrás cuando el 8M ha mostrado en las calles que esta es nuestra fuerza. No vamos a consentir un paso atrás. Tendremos que hacer lo que está en nuestra mano, desde los recursos que una democracia nos da. El movimiento feminista es el movimiento pacifista más longevo de la historia y no va a aceptar que se dé marcha atrás. El gran reto que tenemos ahora es que todas las personas que lo vemos así manifestemos con nuestro voto qué es lo que realmente queremos, y qué es de todo lo que se defiende, lo que ampara un modelo político que pone en primera línea una sociedad más igualitaria y más justa para todos.