Como hicieron cada año desde el brutal atentado yihadista que el 11-M acabó con la vida de 192 personas en Madrid en 2014, los vecinos de As Curuxeiras rindieron ayer homenaje a las víctimas del ataque, heridos y familiares. Con este acto, que desde la asociación mantendrán en el calendario "mientras no se acabe el terrorismo", Ourense contribuye también a mantener en el recuerdo aquellos hechos que conmocionaron el país.

El actual presidente de la asociación vecinal de As Curuxeiras, José Manuel Casares, explica que el homenaje partió en 2014 de la indignación y la necesidad de "no olvidar". Con aportaciones individuales, unos cuantos vecinos encargaron un monolito de piedra con forma piramidal y base cuadrangular en la que una urna recoge recortes de prensa y material fotográfico sobre todos los acontecimientos que rodean al 11-M y que se han sucedido en el tiempo.

"Fueron muchos muertos y muchos heridos, no podemos consentir que esto quede en el olvido", señala Casares. "El 11M nos demostró que nadie está libre del terrorismo y ya vemos que esto no se ha acabado", afirma.

El acto, al que asistieron entre otras autoridades el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, comenzó a las 19.30 horas y contó con el protagonismo de los niños del barrio que fueron los encargados de depositar flores junto al monolito situado en la plaza de San Brais. El presidente vecinal leyó un manifiesto y, tras guardar dos minutos de silencio, los vecinos y asistentes se reunieron en la cafetería del local social donde se sirvieron unos pinchos.