Fue concejala de Cultura y teniente de alcalde en el gobierno bipartito de Ourense. Es licenciada en Filología Clásica y profesora, pero sobre todo Isabel Pérez es una militante inquebrantable con la dinamización cultural y social, pues "allí donde estemos, debemos poner nuestro granito de arena para mejorar el lugar en que vivimos", explica. Por eso ahora que comparte su labor docente con la faceta empresarial en el mercado de As Burgas, le ha sido encomendado el programa de animación de la Plaza de Abastos de Ourense.
-¿En qué consiste el puesto de responsable de animación de una plaza de abastos como la de As Burgas?
--Pues en lo que estamos haciendo con periodicidad casi mensual, dado que el presupuesto no nos da para más, y es organizar actividades, campañas divulgativas, talleres que tengan relación con el calendario de celebraciones de la propia ciudad, desde el Día de San Valentín; Nadal, Día da Muller, para que los ciudadanos no nos vean solo como el lugar al que ir a comprar, producto fresco de proximidad, sino que sigan haciendo uso de ese espacio central donde está provisionalmente la Alameda, y no sientan que se les ha arrebatado. -
-Los niños están siendo en buena parte los destinatarios de esta programación de dinamización cultural y formativa de la plaza. ¿Buscan el relevo generacional?
-Con actividades como el taller de ceniza que se ofreció ayer, se conjuga el ocio con el acercamiento a los niños, como futuros consumidores y a los mayores. Comprueban que la plaza genera vida, y economía pues muchos de los productos son de proximidad, de huertas del entorno de la ciudad, que llegan frescos cada día.
- -¿En qué tipo de modelos de nuevos mercados se inspiran?
-En algunos que están en marcha ya en otra ciudades españolas y europeas y en los que se puede venir a hacer la compra, tomar un refrigerio, pero que la plaza sea también un lugar para el tiempo de ocio y cultural.
- ¿Qué aprendieron ayer los niños y niñas en este taller de cocina?
-Fue precisamente un acto de conciliación en una jornada sin clases, y en la que lo niños y niñas utilizando productos cedidos por los propios placeros y placeras, aprendieron a elaborar platos sencillos. La segunda fase fue un recorrido por cada uno de los puestos, en el que para muchos fue la primera vez que vieron una lamprea viva por ejemplo o los productos y pescados frescos que algunos solo conocían cocinados.
-¿Cuántos comerciantes están trabajando en la actualidad en este edificio provisional de la plaza de abastos de As Burgas?
-Somos 52 puestos y todos productos frescos, que llegan cada día al mercado, algo que los diferencia de cualquier otro tipo de establecimiento. De ahí que trabajemos para dinamizar y atraer público al recinto. Además hay relevo generacional, se está incorporando gente joven que ha cogido el traspaso de un puesto o ha retomado el de sus padres como forma de vida.
-Les esperan al menos cuatro o cinco años en este local provisional hasta que el antiguo edificio de la plaza esté rehabilitado. ¿Cuál es la imagen de marca que está intentando labrarse como Plaza de Abastos de As Burgas mientras tanto?
-Cuando toque el traslado queremos ser el referente de la venta de los productos autóctono, frescos y de proximidad, ajenos a ese producto envasado y envuelto en plástico. Por eso la plaza no tiene que competir, con las grandes superficies. Lo nuestro es producto es de calidad, fresquísimo y de cercanía. El plus de calidad es su valor añadido. Además cuando esté rehabilitada la antigua plaza está llamada a ser otro atractivo más para el turista que venga a visitar todo el entorno termal de As Burgas.
-¿Qué va a ocurrir con zona de rianxo que por ahora no está incluida en el proyecto de rehabilitación?
-Esa es nuestra preocupación, y queremos que se ponga en valor . El rianxo es una zona tradicional y sobre todo el lugar que, al igual que ocurre con la plaza, es un motor de puestos de trabajo mayoritariamente de mujeres. Es un valor en femenino y de hecho hoy vamos a realizar en colaboración con Cruz Roja un acto el Día da Muller para visibilizar el trabajo de as placeras y las rianxeiras.
