Más de cien felos -entre los que se encontraban 20 niños y 15 mujeres, que se han incorporado a esta tradición hace dos décadas- visitaron ayer la Corga da Serra de San Mamede. Partieron de Maceda a las 9.30 horas hacia las localidades de Castro de Escuadro, Pías, Escuadro, Santirso, Xinzo da Costa y Celeirón, desde donde regresaron de nuevo a la villa, para comer pasadas las dos de la tarde. Por la tarde salieron a las cuatro hacia Barxela, Vilar de Cas, Carguizoi y Tioira, con regreso de nuevo a Maceda en torno a las ocho de la tarde. También realizaron un desfile en la villa, muy esperado por los vecinos.

El secretario de la Asociación Felos da Corga da Serra, Toño Vázquez Santiago, explica el enorme impulso que ha tenido el Entroido en los últimos años, al implicarse toda la población, cada vez más. "La mujer se ha sumado a la fiesta, en menor medida, hace unos veinte años. Los niños, que representan el futuro, lo están haciendo ahora con más fuerza que nunca".

En el transcurso de los años, los felos de Maceda se ha encontrado con inesperados aliados, como es el caso de varias decenas de personas que acuden cada año a esta cita de diversos puntos del Estado, como el País Vasco y Cataluña. También lo hizo en su momento la poetisa sueca Helena Eriksson, que "se enamoró del personaje, por lo que participó en varias ediciones", e incluso posó desnuda durante una sesión fotográfica artística con la tradicional máscara de Maceda, para un prestigioso cámara.

1.500 euros

En la jornada de hoy se repite la marcha, en horarios similares, pero con la participación de tan solo 70 felos.

Cada año visitan el Entroido de Maceda, personas de diferentes puntos de Galicia, País Vasco, Cataluña y otras comunidades autónomas donde hay colonias de emigrantes.

Muchas de las personas residentes en la zona confeccionan su propio traje para el Entroido, que guardan de forma cuidadosa, para participar cada año en la fiesta. Pero otros se decantan por recurrir a un artesano para que se lo confeccione. Pueden adquirir todo el equipo por unos 1.500 euros. La indumentaria de los felos consta de carantoña elaborada en madera, una mitra redondeada, en la que puede verse la imagen de un animal autóctono o foráneo, chaquetilla adornada, un pantalón con hilos sueltos, medias negras, botas de fuelle con calcetines blancos, un bastón y las chocas.