El proyecto de rehabilitación en la zona de la Trinidad en el casco histórico de la ciudad deberá seguir esperando, en esta ocasión por una resolución del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Así se acordó en la reunión que mantuvieron el alcalde, Jesús Vázquez, el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, y técnicos municipales, con representantes de la Diócesis, después de la sentencia de primera instancia del Juzgado Contencioso-Administrativo, que aceptó algunas de las cuestiones planteadas por la Iglesia en el recurso presentado relativo al "incumplimiento" del convenio suscrito en 1994, sobre todo en lo que se refiere a las indemnizaciones.

Pero más allá de esperar a la resolución del recurso presentado por el Concello ante el alto tribunal, tanto el gobierno municipal como los representantes de la iglesia coincidían en la necesidad de llevar a cabo un proyecto que supondrá una importante mejora para esa zona degrada en el casco histórico de la ciudad, para lo cual una comisión técnica se encargará de analizar diferentes aspectos que puede conducir a un acuerdo final, como explica el edil de Urbanismo.

Reparcelación

Lo que está claro es que el expediente de reparcelación que se elaboró por parte del Concello, en el que se contempla que la Iglesia como propietaria mayoritaria de los terrenos afectados por el proyecto debe aportar unos 70.000 euros por tratarse de un área de desarrollo en cooperación, con el que no estaban de acuerdo, llevó consigo que todo el proceso terminase en el ámbito judicial.

Y aunque la sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo da en parte la razón a la Iglesia, sobre todo en los que se refiere a las indemnizaciones, en función del convenio firmado en 1994 para el desarrollo urbanístico de esa zona, lo que tiene claro José Cudeiro es que, además de presentar el recurso de apelación ante el TSXG, "esto no beneficia a ninguna de las partes", ya que en otras cuestiones planteadas "nos da la razón al concello".

De ahí que ahora lo que se sustancia es la postura de la Iglesia en que mantiene que no tiene que aportar cantidad alguna en base al mencionado convenio, cuestión con la que discrepan los técnicos y jurídicos municipales. Además de advertir sobre los posibles "incumplimientos del mismo" por ambas partes -Concello e Iglesia-, así como que algunas de las cuestiones que se plasmaban en el mismo "no se podrían recoger en la actualidad".

Así las cosas, y con la judicialización del proyecto, la decisión de esperar a que resuelva el alto tribunal gallego, es para el responsable del área de urbanismo la mejor opción. Por lo que de confirmar la sentencia de primera instancia, se deberá proceder a una nueva reparcelación de los terrenos, un nuevo proyecto y a iniciar un expediente de indemnización a la iglesia.

Pero, si por contra, prospera el recurso de apelación del Concello, se mantendría el proyecto actual, con la reparcelación de los terrenos acordada en su momento, y resolver el asunto de las indemnizaciones que correspondan por el convenio de 1994, que es cuestionado por los técnicos municipales que dudan de su vigencia.

Lo que tiene claro José Cudeiro es que ahora toca aguardar y espera que en el plazo de dos meses se pueda conocer la resolución judicial, lo que llevará consigo un proceso de negociación en base a la sentencia que se emita y dice estar convencido de que se podrá alcanzar un acuerdo, en función de la disposición demostrada por ambas parte en la reunión que mantuvieron.

En lo que también incide el concejal de Urbanismo es que también se deberá abordar la legalización de la casa parroquial de la Trinidad, así como la situación de la cripta, cuestiones en la que trabajará los técnicos municipales y de la Diócesis en la reuniones que se llevarán a cabo, como así se acordó. Para José Cudeiro lo más importante es llegar a un acuerdo, por entender que "es beneficioso para todos", ya que se posibilitará la recuperación de ese espacio.

"Entendiendo la preocupación de los propietarios de diferentes inmuebles por la posible pérdida de subvenciones concedidas por la Xunta para acometer obras al estar paralizados los expedientes de concesión de licencias", así el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, explica a FARO que tiene constancia de expedientes por resolver en la Plaza 500, en la zona de Barrocás para la colocación de ascensores, un total de 8, de los cuales 5 están pendientes de documentación y una vez aportada están siendo analizados, mientras que otros tres pendientes de informe técnico.

Y con independencia de que es necesario contar con más personal técnico en el área de urbanismo, pues prácticamente "estamos a la mitad que hace tres años, al haber cesado los interinos temporales contratados por el anterior gobierno", José Cudeiro deja claro que como informó a los grupos de la oposición en la última junta de área, el número de expedientes de informes técnicos o jurídicos, según los datos que le trasladan, no pasa de 45, por lo que "no son los 120 como denuncia Democracia Ourensana sin ningún fundamento". Además de recalcar que los expedientes se informan por los técnicos por orden de recepción.

Y en cuanto a la alusión que se hacía por parte de propietarios de esa viviendas y empresas encargadas de ejecutar las obras, que se hiciese lo mismo que en el Concello de Vigo, cuya tramitación se acortaba por tramitación de "acto comunicado" al ser obra menor. Cudeiro señala que "desconozco lo que se hace en ese concello", y explicar que en el caso de Ourense aquellas obras que en edificios residenciales afecten a la estructura, necesitan proyecto y licencia.