En la presentación del proyecto Geo4radon, el catedrático del departamento de Ingeniería Mecánica y Motores Térmicos y Fluidos de la UVigo e investigador principal, José Fernández Seara, explicó que el desarrollo de esta iniciativa en Galicia es relevante por que el subsuelo está fundamentalmente compuesto de granito.

Esto es positivo para las instalaciones de geotermia pero tiene su lado negativo ya que el granito contiene uranio que, por desintegración natural, produce el gas radón que sube por difusión a la superficie. Si la salida está abierta no hay problema porque el gas se disipa en la atmósfera, pero si encima hay una construcción se acumula debajo y acaba entrando en el interior a través de fracturas en el hormigón, canalizaciones de saneamiento o ventilación.

Estas concentraciones son muy altas en Galicia, donde el 11% de las viviendas presentan más de los 300 Bq/m3 fijados por la OMS como nivel máximo aceptable, y el 49,3% superan los 100 Bq/m3, que es el baremo de referencia. En Ourense la incidencia es mayor, de hecho, tiene la concentración media más alta de España (137 Bq/m3). El 56,1% de las viviendas supera los 100 y el 19,3% sobrepasa los 300.