El objetivo que tiene marcado el gobierno municipal en relación al proyecto de la Trinidad está claro, y no es otro que seguir negociando con la Iglesia, independientemente de que mantenga el recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) contra la sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo que viene de anular la reparcelación en esa zona y obliga al concello a fijar la correspondiente indemnización, en función del convenio que en 1994 habían firmado el Concello y la propia Diócesis de Ourense.

Así, el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, asegura que "independiente del recurso que presentaremos, atendiendo a lo que nos dicen los técnicos municipales, mi obligación es tratar de llegar a un acuerdo con la Iglesia y evitar que un largo proceso judicial -que se puede ir a los cuatro años- pueda frenar un proyecto que permitirá dar respuesta a una de las zonas más degradadas del casco histórico de la ciudad".

Por lo de pronto, y en lo que se refiere a la sentencia, Cudeiro entiende, al igual que los técnicos de Urbanismo y los técnicos jurídicos del concello, que existen dudas de que el mencionado convenio de 1994 siga vigente, pero aún así, advierte que el mismo "no puede supeditar las decisiones del concello en el planeamiento urbanístico de la ciudad", y que en este caso, a través de un proyecto de reparcelación, se pretenden llevar a cabo diferentes actuaciones "muy beneficiosas" para esa zona degradada, que conllevará una "necesaria diamización" del casco histórico, remacha.

Y en lo que se refiere al principal argumento que esgrime el juez para tumbar el proyecto, que lleva consigo redactar uno nuevo en el que se determinen las compensaciones económicas, el responsable de Urbanismo considera que se debe sustanciar en otro procedimiento posterior.

Además de advertir que se debe recuperar el proyecto, toda vez que existen más propietarios, además de la Iglesia, que es la mayoritaria, y que a la postre fue la recurrió a la vía judicial, invocando, más de 20 años después, el incumplimiento de un convenio.

Lo que está en discusión es el pago de los gastos relacionados con la urbanización de esos terrenos, en donde se construirá una gran plaza, viviendas, y se procederá a la recuperación y rehabilitación de otros espacios, algunos de los cuales son propiedad de la Iglesia, como la cripta que se encuentra en el subsuelo.

Un proyecto de reparcelación de todos los terrenos, en el que se recoge el reparto de las cargas y beneficios para los propietarios, y sobre lo que se pronunció el magistrado, que rechazó otras pretensiones de la Diocésis, como así se habían plasmado en el recurso contencioso administrativo que presentó.

Una de esas discusiones estaba directamente vinculado con los gastos que debería asumir la Diócesis de Ourense, que estaría en torno a los 60.000 euros, aunque el concejal de Urbanismo señala los beneficios que obtendría, entre otras cuestiones, se procedería a la legalización de un edificio con el que cuenta, así como la cripta bajo subsuelo. El proyecto de la Trinidad incluye actuaciones para mejorar la accesibilidad a la misma para que pueda entrar la gente. Es por eso que Cudeiro no tienen ningún tipo de duda en aseverar que "es beneficioso tanto para la Iglesia como par el concello".