El vertido industrial que se registró en el Barbaña entre el 24 de junio y el 1 de julio de 2009 causó un grave impacto ambiental que afectó a la fauna piscícola produciendo una mortandad masiva de peces, la mayoría bermejuelas, pero también anguilas, bogas, gobios, espinosos y truchas. La propia sentencia destaca que, dada la magnitud del vertido y la gravedad del mismo, "se prevé una lenta recuperación de las densidades de las especies afectadas".

A esto se le suman sucesivos atentados que se han producido en años posteriores, motivo por el cual grupos como Sustinea realizan estacionalmente un estudio completo de la salud del río y del ecosistema de ribera asociado. Ayer llevaron a cabo la inspección correspondiente al invierno y constataron la ausencia de oxígeno en el tramo de un kilómetro que la entidad amadrina aguas arriba desde Os Remedios.

Rebeca Carreiro explica que los parámetros físicos, químicos y biológicos tomados ayer indican que el cauce no está en su peor momento, pero que esto se debe, sobre todo, a que en esta estación "lleva más caudal y se producen arrastres". La calidad del agua, apunta, "no es espectacular pero tampoco es mala". No obstante, en este tramo no hay oxígeno, "lo cual es perjudicial porque imposibilita la vida". En todo caso, el grupo, integrado por unos 20 voluntarios, detectó la presencia de "bichos" que analizarán mañana para determinar "si son buenos o malos para el cauce". Los parámetros también demostraron presencia de nitratos, que indican presencia de químicos, y el pH, en 7,5 "refleja que no hay vertidos".

Además, el grupo recogió basura y avisará al Concello de la presencia de residuos.