El fiscal retiró ayer el delito de falsedad en documento mercantil atribuido inicialmente a una mujer acusada de simular la firma de la mujer a la que cuidaba desde junio del 2013 hasta julio del 2015 para contratar tarjetas de crédito vinculadas a su cuenta. La Fiscalía mantiene su acusación, ahora por un delito continuado de estafa de más de 2.000 euros. Pide 1 año y 10 meses de prisión, así como una multa de 9 meses a razón de 6 euros al día. Propone sustituir la pena de prisión por la expulsión del territorio nacional durante 6 años. La víctima ya ha fallecido.

La procesada niega los hechos y alega que su uso de las tarjetas de crédito se limitaba a efectuar compras en el supermercado porque la dueña se las daba con ese fin. La defensa pide la absolución. La acusación particular elevará hoy en la sesión final su solicitud de pena de prisión de 3 a 6 años por presuntos delitos de hurto, estafa continuada y falsedad documental. El letrado del banco cree que la entidad no tiene responsabilidad.