Un avión de cientos de toneladas volando gracias al equilibrio de fuerzas que actúan sobre un ala que debe tener una forma, y no otra. Cuál es el proceso para desecar los alimentos y para crear las esferificaciones, la condición sine qua non de un chef o para concursar en televisión. Fabricar una nube dentro de una botella. Una reacción en cadena de color arcoiris. La ciencia produce avances, conocimiento y fascinación. Noventa mujeres investigadoras y estudiantes del campus de Ourense mostraron ayer a 230 escolares de tres centros de Ourense y uno de Verín varios experimentos, con un doble objetivo: despertar la vocación científica en los próximos universitarios que ya está sopesando su futuro, y visibilizar a las mujeres que investigan y cursan estudios, superando los roles y los prejuicios de sexos asociados a unas y otras carreras.

"A veces todavía existe una especie de freno mental, que asocia profesiones a hombres y mujeres, por eso iniciativas como esta son tan importantes. Es un lujo que el campus muestre en 12 stands la ciencia de manera directa", destaca Susana Bayo, física y doctoranda en el Campus da Auga. Su grupo Ephyslab enseñó ayer a los preuniversitarios "la importancia de la densidad en las corrientes marinas, la formación de las nubes y los tornados". En su puesto se hicieron experimentos como crear una nube en el interior de una botella. "La receptividad fue muy buena, muchos de los estudiantes estaban entusiasmados y pudieron conocer las instalaciones del campus de cara a n futuro que ven más cercano", explica Susana Bayo.

La iniciativa "Exxperimenta en feminino" rompe clichés. En Ingeniería Aeronáutica son mayoría los alumnos varones, pero las explicaciones ayer corrieron a cargo de estudiantes mujeres. Belén Ayude, Carolina iglesias y Ángela Medín, entre otras compañeras del grado, explicaron en términos asequibles a los escolares la física y aerodinámica que permiten el vuelo de un avión, recurriendo a una pizarra, un vídeo y un túnel de viento.

"Es importante visibilizar a la mujer en la ciencia. Suelen ser hombres los que dirigen los grupos de investigación. Los grandes cocineros con visibilidad también son hombres en su mayoría", destaca Lucía Gómez, del grupo de tecnología de los alimentos, una de las investigadoras que participaron ayer en la iniciativa del campus.

Ella y sus compañeras mostraron a los preuniversitarios cómo se elaboran conservas como la del pez espada -ideada en una tesis doctoral y ya comercializada-, cómo conservar los alimentos por desecación para aumentar la vida útil, cómo se hace un helado de castaña o el proceso para fabricar cerveza. "Les gustó mucho lo de las esferificaciones, ver cómo explota en la boca", dice, compartiendo que el fenómeno de Masterchef ayuda. También aprendieron qué es el rito halal, con el que se elaboran productos aptos para musulmanes.

"Iniciativas como esta son fundamentales para fomentar las inquietudes científicas. Los centros demandan este tipo de actividades", expresa Raquel Rial, del grupo Colorchem. Diez investigadoras mostraron ayer, ante miradas cautivas de chicos y chicas, dos experimentos basados en el color: la creación de un arcoiris químico basado en reacciones en cadena entre yodato, yoduro y yodo, más una reacción ácido base en presencia de un indicador que cambia el color, así como la extracción en fase sólida, "que se usa mucho en la investigación para separar distintos componentes, en este caso los colorantes alimentarios que recubren unos M&M, pero también con contaminantes químicos o compuestos fenólicos". La ciencia avanza, la sociedad también.