Aitor I. C., el joven de O Carballiño de 29 años que el lunes se empotró con su vehículo contra el coche parado en el que estaba su expareja, de 36 años, y su hijo en común, de 8, pasó ayer a disposición judicial después de dos noches en el calabozo. La jueza decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para el presunto agresor machista. Inicialmente, y a la espera de lo que determine la fase de instrucción previa al juicio, el hombre queda investigado como autor de un delito de violencia sobre la mujer, con lesiones y maltrato, además de otro delito de lesiones -un hombre que charlaba con la víctima por la ventanilla fue alcanzado por el coche de ella tras el impacto -y de un delito contra la seguridad vial. Después del golpe intencionado, el individuo se dio a la fuga y cuando fue localizado por agentes de la Guardia Civil se negó a someterse a la prueba de alcoholemia pese a que la Policía Local advirtió de las consecuencias. Él alega que se le fue el coche, que el siniestro no fue a propósito y que abandonó la zona porque estaba nervioso una vez se cercioró de que estaban bien.

La mujer, personada con abogado de oficio, sufrió contusiones en las cervicales y contusiones en los brazos. El menor resultó ileso. La Fiscalía considera que el gravo caso de violencia machista registrado el lunes en O Carballiño constituye un presunto delito de homicidio en grado de tentativa o, alternativamente, de lesiones con objeto peligroso, o bien maltrato. La defensa, que recurrirá el auto y asegura que no existen denuncias ni agresiones previas, solicitó a la jueza que no decretara prisión a cambio de una orden de alejamiento.

El suceso ocurrió a las 17.30 horas en la Avenida 25 de xullo, en la explanada de la estación ferroviaria. El investigado se acercó a gran velocidad, según uno de los indicios en su contra, y se estrelló contra el vehículo de las víctimas, que salió rebotado con el impacto y alcanzó a una persona que hablaba por la ventanilla con la mujer. El peatón, de 47 años, fue trasladado en ambulancia al PAC y después fue derivado al CHUO, aunque su pronóstico es leve.