Cerca de 10.000 venezolanos y gallego-venezolanos residen en la provincia de Ourense. Solo en el último año recalaron 300 más, en la ciudad de As Burgas . "Llegan la mayoría con títulos universitarios, médicos, enfermeros, abogados, gente preparada, pero con lo puesto, sin ropa de abrigo, vivienda ni comida, después de malvender sus propiedades en Venezuela para huir de la inseguridad y las carencias en su país", explica Lorenzo González, presidente de la Asociación Ourensana Venezolana Alma Llanera. Esta asociación, que nació para divulgar cultura y gastronomía de aquel país en Ourense, es ahora una especie de "consulado" de ayuda a una comunidad marcada por el éxodo cuyo sueño es volver a su país cuando Nicolás Maduro ya no sea presidente. Pues su presidente electo es Guaidó.

-¿Cuál es el perfil de esa amplia colonia de venezolanos que se han refugiado en Ourense?

-Muchos son gente formada con títulos universitarios, vienen con su familia al completo y con lo puesto, después de vender por muy poco lo que tenían.

-La asociación cultural que preside es por tanto como un pequeño consulado de su país en Ourense

-Llevamos más de diez años. Éramos como un colectivo de difusión cultural y ahora somos el punto al que recurren para acompañarlos y asesorarlos en todo y facilitarles la vida.

- Según los datos estadísticos, llegaron más de 300 el pasado año a la provincia.

-Los datos oficiales no coinciden, somos en total unos 10.000 en la provincia, porque no todos pueden legalizar papeles a tiempo y eso les impide optar a las ayudas. Solo sé que en Alma Llanera desde septiembre del pasado año recibimos a más de 600 en nuestra oficina de ciudad, y ahí incluimos a todos, los venezolanos y los venezolanos que son emigrantes retornados como yo, nacido en Venezuela pero hijo de gallegos y por tanto con doble nacionalidad, que escapamos hace años al ver el cariz que tomaba el chavismo. También hay muchos que vienen de Estados Unidos a España.

-¿Por qué dejan Estados Unidos para venir a España y en concreto a Ourense?

-Son las primeras oleadas de personas que huían del chavismo y optaron por ir a Estados Unidos y desde ahí vienen ahora a España en segundas oleadas, porque los derechos sociales y sanitarios aquí son mejores, más completos para sus familias.

-¿Qué está siendo lo más difícil para sus familiares que aún siguen en Venezuela?

-Es preservar tu vida. Hay una inseguridad total con 29.000 muertes violentas en el último año. Lo segundo, conseguir alimentos y medicinas. Hay un mercado negro por desabastecimiento de comida y fármacos que hace que un producto pueda costar 200 veces más si lo encuentras.

-¿Quién puede sobrevivir allí ahora mismo en ese contexto?

-Los adeptos al Gobierno, o afines, y los que se han enriquecido con ese mercado negro: los "boliburgueses" (de bolivarianos). El resto de venezolanos, o empresarios, tiran de ahorros o de ingenio o recortan gastos. Con una inflación de hasta diez millones por ciento, y un gobierno que controla el precio de los productos de consumo y también los salarios, y que a ha aprobado incrementos del salario mínimo de hasta el 300 por ciento, mientras no deja al empresario repercutir estas subidas en el precio de lo que produce, y que impide los despidos, muchas empresas cierran por quiebra y hay des abastecimiento e productos.

-Algo no encaja. Con subidas de hasta el 400% del salario base y precios congelados, lo normal es que se dispare el consumo.

-No, lo que está provocando es el cierre de empresas mientras crece el mercado negro de esos productos, que en muchos casos gestionan chavistas o militares. Estas políticas en las que dependes del Gobierno para comer y vivir crean dependencia total de Gobierno hacia su pueblo. El 70% de venezolanos tienen unas cajas de alimentos periódicas de pésima calidad que da el Gobierno a los más desfavorecidos.

-¿Cuál es el salario base en estos momentos?

-Al cambio, y tras esa subida, es de unos cuatro euros y medio de España. Pero una docena de huevos cuesta 12 euros y la bolsa media de la compra de una familia está estipulada en los 600 euros para tres personas. Están muriendo niños de desnutrición en mi país. Esta ya no es una lucha política, sino por la supervivencia.

-¿Se puede salir de todo esto por una vía pacífica?

- Unas elecciones, pero reconociendo los nuevos órganos democráticos. Esto no es una lucha del pueblo contra el pueblo, sino del pueblo venezolano contra el sistema. Así lo dijeron el 80% de los venezolanos y si los militares nos protegen en lugar de apoyar a Maduro, habrá mucho ganado.