Castro Caldelas ha encendido ayer un fachón de 47 metros de largo, tres menos que el año anterior, debido a las malas condiciones climatológicas del año pasado -al alternarse un largo período de lluvias con otro de intensa sequía a continuación-, por lo que a pasar de que duplicaron la superficie sembrada de centeno, han obtenido una cosecha inferior, tanto en cantidad como en calidad de la paja, que era "más corta y quebradiza". Pero en cambio confeccionaron cerca de 700 fachós individuales, frente a los 600 de 2018, y adelantaron la quema de un reducido número de ellos en la jornada anterior, para un programa de televisión.

Inés Vega explica que este año tuvieron que utilizar "el doble de paja" -dos tractores en lugar de uno, como es habitual-, porque "era más fina, más corta y se rompía mucho". Las dos familias de las parroquias de Mazaira y San Martiño que proporcionan la paja para la fiesta, realizaron en el mes de septiembre una siembra muy superior a la de los años anteriores, con la esperanza de almacenarla en naves del Concello de Castro Caldelas, para que se pudiera utilizar en dos o tres ediciones de la Festa dos Fachós, tras comprobar que no pierde sus cualidades con el paso del tiempo, pero se encontraron con la sorpresa de que apenas ha llegado para este año.

La alcaldesa revela que la calidad de la paja era tan mermada, que en lugar de hacer la tradicional "malla" en su momento, tuvieron que aplazarla hasta fechas próximas a la celebración de la Festa dos Fachós para que no se deteriorara. "Hemos tenido que mantenerla en las condiciones más óptimas, por lo que ni siquiera tocaba en el suelo", indica.

Las características de la paja de este año también han influido en el diámetro del gran fachón, que tenía 70 centímetros en la parte de la cabeza, en lugar de los 80 habituales, y 30 en la cola, en lugar de 40.

El gran fachón fue portado por unas 35 personas, de las cuales seis se colocaron en la cabeza, que la elevan con horcas y conducen la bola de fuego por el centro de las calles de Castro Caldelas. Una de ellas lleva un podón, para ir cortando los nudos, a medida que se va consumiendo la paja, para que prosiga el fuego. El gran fachón lleva nudos de paja cada veinte centímetros, para que se mantenga la estructura.

El gran fachón salió al anochecer de las inmediaciones del Santuario dos Remedios, sobre las 19.30 horas, para proseguir por la praza do Prado, recorrió el casco histórico, alrededor del castillo, volvió a la praza do Prado y fue depositada veinte minutos más tarde en una enorme hoguera -encendida justo en el momento que se inició el recorrido- que se encontraba junto al Santuario de los Remedios. Inés Vega confirma que la hoguera de este año "ha sido la más grande, ha batido un récord", porque se utilizaron tres tractores de leña para hacerla. En ese momento empezó la parte gastronómica. Los participantes tuvieron la oportunidad de consumir hasta 7.000 chorizos asados. En la primera ronda sirvieron 1.500 chorizos, de las tres parrillas que continuaron asando hasta que finalizó la demanda. También sirvieron pan cocido en horno de leña, 600 litros de vino mencía de la denominación de origen de la Ribeira Sacra y una queimada.