D. R. C., un hombre acusado de abusar sexualmente de la hija de su esposa en la vivienda familiar, en la zona de Xinzo de Limia, fue juzgado ayer por la Audiencia Provincial de Ourense, a puerta cerrada, para proteger la intimidad de la menor, que tuvo que volver a declarar. Según las fuentes consultadas, el individuo negó haber efectuado tocamientos a su hijastra y atribuye la denuncia a una supuesta "venganza" de la víctima, porque la castigaba conjuntamente con su madre, según la versión del acusado.

La Fiscalía y la acusación particular mantuvieron su petición de condena. Solicitan 6 años de prisión por un presunto delito continuado de abusos sexuales, más libertad vigilada con la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de la víctima o de comunicarse con ella por cualquier medio, durante un periodo de tiempo de 8 años, así como la inhabilitación durante el mismo periodo de tiempo para el ejercicio de cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve un contacto regular y directo con menores.

La defensa solicita la libre absolución y considera que en la declaración de la menor se desprenden "contradicciones" entre su declaración ante la Guardia Civil, el juzgado de instrucción y finalmente la sala, ayer. La postura de esta parte es que como el encausado imponía a la niña castigos conjuntamente con la madre, tenía que ayudar en las labores de casa y le quitaban el móvil en ocasiones, la menor habría reaccionado con una denuncia contra él.

Las acusaciones consideran creíble la versión de la menor. El encausado, que carece de antecedentes penales, reanudó la convivencia con la madre de la víctima a principios de 2016. La Fiscalía defiende la versión de la niña y sostiene que, en los mediodías, aprovechando que su esposa se ausentaba del domicilio, el encausado presuntamente se sentaba con la menor en el sofá y le hacía tocamientos.

Según el Ministerio Público, por las noches, mientras la madre y esposa se encontraba en la planta baja de la vivienda, él se presentó presuntamente en numerosas ocasiones en la habitación de la menor, situada en la primera planta de la casa. Aparecía desnudo de cintura para abajo "a darle un beso de buenas noches", recoge la acusación.

El acusado solo admitió en su interrogatorio que algunas veces daba a la menor un beso por las noches, en ninguna ocasión estando desnudo, y manifestó al tribunal que quería a su hijastra.