La Unidad de Policía Adscrita estrena la próxima semana -según las previsiones que se manejaban ayer- su nueva sede en el viejo juzgado de la Rúa do Progreso. La Autonómica deja sus dependencias desde 2007 en la calle Clara Campoamor y ocupará parte de la planta baja y del primero tras la reforma de espacios por parte de la Xunta, que se ahorrará el alquiler de la actual oficina. La obra, cuyo inicio anunció la administración a finales de julio de 2017, se demoró porque fue paralizada -el Concello abrió un expediente de disciplina urbanística -después de que la Xunta comenzara la actuación en el edificio de su propiedad sin tener permiso de Patrimonio, un organismo de su propia administración. El permiso es obligatorio porque el inmueble está inventariado en el catálogo de patrimonio cultural y tiene protección estructural.

El comisario principal de la Autonómica en toda Galicia, Fernando Pico López, visitó ayer el resultado de las obras, acompañado por el responsable en Ourense, José Antonio Pérez, y representantes sindicales del SUP. La Unidad Adscrita cuenta en la comunidad con 396 agentes, 45 de ellos en Ourense. Dado el abanico de competencias -medio ambiente, menores, vigilancia de edificios, protección de personalidades y de víctimas de violencia machista-, los policías ven necesario contar al menos con medio centenar, aunque el escenario ideal sería una plantilla de 60.

En la nueva sede del Pazo de Xustiza ya está instalado el mobiliario, aunque faltan detalles de los que ayer tomó nota el jefe territorial Manuel Pardo. El acceso principal se sitúa en la trasera del edificio, donde antes se ubicaba la entrada del juzgado de guardia. Los coches rotulados estacionarán en el umbral, tras la barrera, y para ubicar los camuflados se estudia el parking que está justo al lado. El SUP pedirá al Concello que permita a los vehículos oficiales girar por el carril pegado al inmueble hacia Concepción Arenal. Se prevé una inauguración en los próximos días con autoridades de la Xunta.