La ola de frío que mantiene a Ourense en temperaturas bajo cero desde el inicio del año estremece a toda la provincia pero afecta todavía más a las personas y colectivos vulnerables. Por ello, las ONG que prestan atención básica a familias con pocos recursos, personas en riesgo de exclusión social, sin techo o mayores que viven solos han intensificado su actividad estos días y se mantienen alerta ante posibles incidencias.

Cruz Roja realizará esta noche una salida de apoyo a las personas que duermen en la calle y en Cáritas se ha incrementado la demanda de prendas de abrigo en el ropero. Desde la organización diocesana señalan también que en períodos en los que el frío se recrudece también crecen las solicitudes de ayudas directas para afrontar la subida de la factura eléctrica por el uso de la calefacción.

Pendientes de cerrar el balance de 2018, Mari Carmen Alonso, del equipo de coordinación de programas de Cáritas ofrece como referencia el dato de 2017, en el que 810 personas recibieron ayudas económicas directas para el pago de las necesidades relacionadas con la vivienda, muchas de ellas por el incremento de este gasto en temporadas de frío extremo. "Las ayudas directas para pagar facturas de suministros forman parte de nuestro proyecto de acogida básica desde el 1 de enero al 31 de diciembre, pero es verdad que hay momentos como este en los que recibimos más peticiones", explica. Se trata de "consumos muy razonables, básicos", que reflejan un uso mínimo de la calefacción.

De hecho, la precariedad laboral y económica implica pasar frío también en las casas en las que alguno de sus miembros tiene empleo. Son "trabajadores pobres", señalan desde Cruz Roja, que buscan el máximo ahorro para llegar a fin de mes. Para optimizar los consumos, esta ONG desarrolla sendos talleres de ahorro energético financiados por Gas Natural y fondos propios. Al primero, de carácter general, asistieron 282 personas en 2018 y al segundo, dirigido de forma específica al ahorro en la factura eléctrica, 84. Paula Casado, técnica de proyectos de extrema vulnerabilidad en Cruz Roja, explica que los beneficiarios reciben un kit de ahorro y aprenden a leer la factura y a reducir consumos. "Existe el bono social pero a nadie le sale gratis la luz", apunta. "Hay muchas familias y mayores que pasan apuros, porque el recibo es una parte importante de renta", añade. En estos talleres aprenden a ahorrar lo máximo para poder invertir en alimentación o en poner más la calefacción en olas de frío como esta.

Cruz Roja también desarrolla un programa de apoyo a sin techo que el pasado año atendió a 380 personas sin hogar o que malviven en infraviviendas o habitaciones de alquiler. El técnico Diego Conde Eguileta explica que la bajada de las temperaturas no ha incrementado de forma relevante la actividad de este programa pero sí se ofrece a los usuarios consejos sobre como protegerse del frío. Aunque son números que varían, Cruz Roja estima que existe una media de 8 a 10 personas viviendo en la calle.

Además, esta noche realizarán una salida con voluntarios para ofrecer apoyo a las personas que estén durmiendo en la calle. "Les ofrecemos una bebida caliente para establecer contacto e intentamos que vayan a dormir al albergue". La intencionalidad de este primer contacto es conseguir que la persona acuda después a las oficinas para realizar una intervención profunda de inclusión social".

El albergue municipal ofrece 20 plazas y la media de ocupación es del 70% todo el año. Si bien no se ha notado estos días la incidencia del frío, con 15 camas cubiertas el lunes y ayer 13 reservas por la mañana, el Concello recuerda que, de producirse un lleno, Servicios Sociales buscaría alojamiento alternativo.