"En las pastelerías empezamos a amasar a la 1 de la madrugada del día 6 de enero, reforzando el número de personas que hay en el obrador, para poder abastecer la demanda, porque la tradición de la venta de Rosca de Reyes en Ourense está creciendo cada año, y es un revulsivo para el sector de los pasteleros", explicaba ayer Martín Sousa, al frente de Mil Hojas, una de las pastelerías más antiguas de la Ourense, un sector del que fue durante años presidente.

Las pastelerías de la provincia, de las cuales 22 pertenecen asociación de empresarios, aunque hay muchas más. Empezaron muy temprano su trabajo "porque la demanda hace que solo en unas horas, en la mañana del domingo, como es en nuestro caso un local pueda vender hasta 800 roscas o más, y porque el horno no da para más, pero la verdad es que no suele quedar ni una sin vender", indica Martín Sousa.

Ayer en todos locales a partir de media mañana había cola para hacerse con uno de estos postres típicos que, para hacer además las delicias de los niños y no tan niños, esconde en su interior sus sorpresas, las de la suerte y la que obliga al que le toca a "pagar" el roscón.

"El secreto de este postre tradicional de Reyes está en la calidad de los ingredientes y en darle el tiempo necesario de reposo a la masa; no hay más", explica el restaurador y pastelero ourensano

Reconoce que el sector de las pastelerías "goza de buena salud" en una provincia en la que todo se celebra con una buena comida y un postre a la mesa "y la Navidad está claro que está siendo un aliciente para nosotros, porque hay calidad y los profesionales estamos en una continua búsqueda y formación para ofrecer cosas nuevas", explica.

La llamada Rosca o Roscón de Reyes en es en realidad una especie de pan dulce, adornado con tiras de frutas cristalizadas o confitadas de colores variados , que se degusta con la familia cada 6 de enero y cuya tradición nació precisamente en España y se exportó luego a otros países latinos.

Sin embargo algunas fuentes afirman que el dulce no tiene nada que ver con la llegada de los Reyes Magos al portal de Belén ni mucho menos. La tradición dice que es de origen romano y está relacionada supuestamente con las festividade llamadas saturnales romanas". Estas estaban dedicadas al dios Saturno, que era el de la agricultura y la cosecha. Durante estas celebraciones, se repartían entre plebeyos y esclavos tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel. Una receta que recuerda a la del actual "bolo rei" de Portugal.